Un 'fallo en el sistema' revoluciona la casa de 'GH VIP 7'

Los concursantes han tenido que renunciar a todos sus privilegios y deberán convivir en un 'búnker' hasta nuevo aviso

Por Gtresonline

Después de meses de expectación, la séptima edición de Gran Hermano VIP ha comenzado. Jorge Javier Vázquez ha vuelto a convertirse en el maestro de ceremonias del programa, que empezaba con buena parte de los nombres de los concursantes aún por desvelar. La Casa de Guadalix de la Sierra ha abierto esta noche sus puertas para recibir a los primeros participantes del reality. El primero en entrar en la casa fue Antonio David Flores, que se mostró muy emocionado por su vuelta televisiva. No obstante, su felicidad duró muy poco, pues Alba Carrillo, amiga de su ex Rocío Carrasco, fue la siguiente en entrar. Ambos protagonizaron un tenso momento que, curiosamente se relajó con la entrada de Kiko Jiménez -ex de Gloria Camila-, ante el que Alba, que compartió playa con él en Supervivientes, estuvo a punto de rechazar su participación en GH VIP. "Lo pasé muy mal en Supervivientes con él y no me apetece", decía antes de encontrarse con él. No obstante, tras ver a Antonio David, para Alba la presencia del extronista fue casi una bendición.

Mila Ximénez llegó poco después, muy nerviosa. Junto a ella lo hizo 'El Cejas', con quien tenía 'una cuenta pendiente' después de que el cantante llamara 'vieja' a la periodista. La 'reina del brilli brilli', Noemí Salazar, de Los Gispsy Kings, hizo su entrada por una trampilla con 'moco verde' incluido tras la que accedió al confesionario, donde le esperaba Gianmarco Onestini, una estrella de la televisión italiana que se dio a conocer en una pasada edición de GH Italia. Adara Molinero, que recientemente tenía un bebé con Hugo, ambos exconcursantes de GH Revolution, hacía su entrada estelar mientras se encontraba con el Maestro Joao, actual pareja de su exnovio Pol Badía. Ambos intentaron limar asperezas antes de reencontrarse con el resto de participantes, aunque no pareció lo consiguieran. Tras ellos, Dinio García, ex de Marujita Día, entró asegurando que era un hombre renovado y que, aunque llevaba un mes sin salir, pensaba darlo todo "comiendo y bailando". El cubano además confesó que estaba muy nervioso y que llevaba varios días sin ir al baño de la presión y, nada más entrar y saludar a sus compañeros, fue al servicio para tratar de poner fin a su problema.

La calma duró poco y, por 'un fallo en el sistema', los concursantes fueron evacuados de la casa. "La casa ha sufrido un fallo múltiple. Estáis en la habitación del pánico y donde tendréis que vivir hasta que todo se arregle. Las comodidades son limitadas, solo hay 8 camas y sois 10, aunque alguno se haya quedado ahora por el camino. Pero tendréis que compartir. Tendréis que cocinar fuera en una pequeña cocina portátil. No hay lavadora, pero os habéis quedado sin ropa. Tampoco hay agua caliente. Y, atención, porque vais a conocer vuestra ducha", decía el presentador mientras se activaban los aspersores del jardín. "Yo me voy a mi casa mañana, ya te lo digo. Ni Mila, ni Milo. No voy a estar en un sótano ni a compartir cama ni nada, ya tengo una edad y no pienso hacerlo", alertaba Mila Ximénez muy enfadada  .

Después de la confusión, Hugo Castejón llegaba a la casa por el 'túnel del moco'. El ex de Marta Sánchez y Miriam Saavedra entraba en el confesionario con Gianmarco, con quien tendrá que convivir y dormir en esterillas hasta que todo vuelva a su lugar. Tras él, Anabel Pantoja, Nuria (amiga de Omar Montes), la periodista Irene Junquera y, Estella (mujer de Diego Matamoros). Con la entrada de estos últimos participantes y todos – a excepción de Hugo y Gianmarco (a quien muchos consideran un topo o un actor), que permanecerán encerrados en el confesionario-, deberán convivir en el búnker hasta, por lo menos, la gala del jueves, para la que Jorge Javier ya ha anunciado numerosas sorpresas.