'Astronauta', el último álbum de Zahara para viajar hasta la luna

Es un disco de alma, uno de esos que te acompañan y se te adhieren sin remedio

Por Loreto Sesma

'Tú y yo estábamos hechos de pequeños pedazos del otro. Iba a ser imposible salir ileso.' Es lo que dice Zahara en su último album, Astronauta. A mí me recuerda a unos versos del maestro Karmelo C.Iribarren y me lleva a lugares donde tengo guardadas algunas ilusiones y dudas. Supongo que, al final, todos estrellamos los mismos miedos al poner el corazón en nuestras manos y aprender a convivir con el temor a que se rompa. No hablo desde el romanticismo plagado de colores pastel y palabras ñoñas. Hablo del dolor. Del amor. ¿Son lo mismo?

El otro día comentaba con una amiga que lo bueno que te aporta el amor es por todos conocido y que lo malo quizás también, suele coincidir con cuando se acaba o con los recovecos de una relación cuando ya no funciona. Sin embargo, nadie tiene en cuenta que el amor también supone una extensión de uno mismo, para lo bueno y para lo malo. Cuando te faltan las fuerzas, tienes el abrazo del otro. Cuando sientes que se te adormecen las piernas porque estás cansado de tener que avanzar a rastras, cuentas con la fuerza del otro. Pero existe también la cara B de todo esto, que se basa, prácticamente, en que te comienza a doler lo que al otro le duele y te preocupa lo que al otro le quita el sueño y así un largo etcétera. Por eso es imposible salir ileso, porque te faltan las manos cuando faltan las suyas. No unas manos cualquiera, las suyas. Porque te falta el hueco que deja en la cama creando un precipicio insalvable, porque te dejan sin un destinatario al que decir lo que necesitas decir. Te quiero.

No sé por qué no había parado a escuchar el nuevo disco de Zahara. Aunque es cierto que me había perdido con sus últimos trabajos, siempre me ha parecido que era una artista que tenía una apuesta diferente. Al buscar nuevas recomendaciones para estos artículos suelo acudir a amigos o a las listas de Novedades de Spotify y, por ejemplo, en la de esta semana solo hay tres canciones (como máximo) que no sean de reguetón. Así que sí, se agradece la diferencia, ya no sólo por la distinción sino por la revalorización de la identidad del artista. Se agradece que el artista sepa quién es, y de verdad que esto no es algo tan evidente. Me gusta que al escuchar una canción sepa decir quién la interpreta por su sonido propio, su voz; por lo que decía, su identidad.

Zahara es una super mujer y eso lo ha demostrado creándose un sitio en la escena después de años de trabajo. Astronauta es un disco de alma, uno de esos que te acompañan y se te adhieren sin remedio. Zahara ha vuelto para quedarse. Y por su voz, por su inimitable estilo, por el gran trabajo que ha hecho; se merece llegar más allá de lo que dictan las paredes de este planeta. Qué pedazo de mujer.