Confirmado: la madre de Meghan Markle desata su propio 'efecto Doria'

Los curiosos y seguidores de la Familia Real ya incluso preguntan por la madre de la Duquesa de Sussex cuando esta no está

Por hola.com

Después de la primera aparición en público de Doria Ragland con motivo de la presentación del libro para el que su hija había escrito el prólogo, los fans de la madre de la Duquesa de Sussex crecieron rápidamente. Sus discretas contribuciones, llenas de orgullo y cariño hacia su hija acrecentan el interés del público por ella. Recientemente, en el último acto de Meghan y Harry en el condado que da nombre a su título, una seguidora de la Familia Real quiso mandarle sus mejores deseos a la instructora de yoga y trabajadora social. 

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"Dile a Doria que la quiero", le dijo a Meghan una de las ciudadanas de Sussex que esperaban a los Duques en la calle y tuvieron la oportunidad de acercarse a ellos. Ante este comentario, la mujer del príncipe Harry sonrió y aseguró que lo haría. Además, añadió "tenemos eso en común", haciendo referencia a sus propios sentimientos por su madre. 

Esta misma tuitera contó también el ir y venir con unas flores que hubo entre los Duques de Sussex. "Harry cogió unas flores que le ofrecía una niña y le dio una a ella. ¡Le alegró el día! Ella entonces decidió dársela a Meghan", explicó. Al final de la visita, la exactriz había recogido un gran número de obsequios, que llevaba en la mano con orgullo.

Los Duques realizaron su primera visita oficial al condado que da nombre a su título y por eso la cita tuvo un significado muy especial para ellos. Sussex, que se encuentra al sur de Inglaterra, les recibió como se esperaba: saliendo a la calle para darles una calurosa bienvenida y mostrarles todo su cariño. No todos los días se tiene la oportunidad de ver a miembros de la realeza paseando por sus calles.

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Los niños y los perros fueron los grandes protagonistas de este "baño de masas" en el que el matrimonio mostró su cercanía y naturalidad. Harry y Meghan se detuvieron en varias ocasiones y no tuvieron problema en arrodillarse para charlar con los más pequeños, que estaban muy emocionados con su visita.