No hay ocasión en la que no le lance un piropo. El corazón de David Bisbal tiene dueña y esta no es otra que su hija Ella. Siempre que la recuerda o habla de ella, sus palabras se tiñen de orgullo, de cariño, y su mirada refleja ese amor infinito que sólo un padre siente por su hija. A sus cinco años, la niña con sus ocurrencias le dibuja una sonrisa al cantante, por ejemplo con los dibujos que hace y que él no duda en compartir en las redes sociales si tiene oportunidad. ¿Pero cómo es Ella realmente?
En palabras de quien sin duda más la conoce, la pequeña es cariñosa y muy sociable. “A mí lo que más me gusta de mi hija es que, si viniera aquí, te daría un abrazo sin conocerte, te daría dos besos y se pondría a hablar contigo. Y daría besos a todo el mundo... Y a mí eso me gusta” confesó el almeriense en el programa Estilo DFTV, presentado por Rebecca de Alba. En este espacio, David explicó además cuáles son los valores que trata de transmitir a su pequeña. “Intento inculcarle que sea solidaria sobre todo, que sea buena compañera y que quiera mucho a sus amigas, y que comparta las cosas”.
Siempre que tiene tiempo libre, David lo pasa con su hija, nacida de su relación con Elena Tablada. Estos días el artista es quien ha puesto en redes una imagen en la que se ven unas terroríficas calabazas de Halloween, acompañadas del siguiente mensaje. “¡Hoy super papá diseñando! ¡Qué bien lo hemos pasado!”. Actualmente David está volcado en nuevas canciones, un trabajo que combina con algunos conciertos que tiene programados.
David Bisbal y las felicitaciones de cumpleaños de las tres mujeres más importantes de su vida
David Bisbal se vuelca en el cuidado de su hija Ella tras anunciar su 'hasta luego' profesional
Recientemente en otro programa de televisión, QTTF de Telecinco, David habló de ella. “Para mí lo es todo, es mi inspiración. Me motiva diariamente, es todo lo que me rodea, es el pensamiento y el corazón. Vivo un momento muy bonito con ella, ahora está para comérsela y se va dando cuenta de que papá es David Bisbal”.
