La escapada rural a Toledo que estábamos deseando

Hemos encontrado un rincón manchego cerca de Madrid donde volver a las raíces, disfrutar de los sabores de la tierra y hasta teletrabajar. Se llama Villa Cornelius y es un refugio campestre en un tranquilo entorno para desconectar unos días, al mismo tiempo que nos sentimos seguros.

Por HOLA.COM PARA VILLA CORNELiUS

Madrid queda a poco más de una hora, Talavera a 10 kilómetros y, alrededor, un entorno natural para respirar aire puro, el de la comarca toledana de la Jara, donde se emplaza esta casa rural de lujo que acaba de recibir las 5 Estrellas Verdes, la máxima distinción que se otroga en España a los alojamientos rurales, sustituyendo a las antiguas espigas.

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De estilo toscano y grandes dimensiones –450 metros cuadrados–, todas sus estancias resultan amplias: sus 6 habitaciones dobles, de las cuales cuatro son suites, el salón con chimenea y también el patio ajardinado con piscina y barbacoa donde pasar muchos ratos en familia o con los amigos, porque hay espacio para todo, incluso, encontrar uno propio para aislarse, si lo que se va buscando es teletrabajar.

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La situación actual que vivimos nos ha generado grandes cambios en nuestras vidas y ahora apreciamos más la proximidad, los pueblos, los productos kilómetro 0 que degustamos a la mesa… Todo ello lo encontramos en este bello rincón manchego, por ejemplo, probando platos tradicionales de la zona, como el cordero lechal o el cabrito asado, el pisto o las migas, elaborados con verduras de las huertas del pueblo o procedentes de las ganaderías locales, y que los restaurantes del pueblo llevan a Villa Cornelius en su punto.

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El entorno también nos anima a movernos, con un sinfín de opciones para pasar unos días maravillosos, por ejemplo, descubrir la cerámica de Talavera, la villa medieval de Oropesa, castillos como el de Villarejo de Montalbán o la fortaleza de Alcaudete. Apetecibles son las excursiones que llevan a las chorreras de la garganta de las Lachas, el camino del Gamonal y el del Tajo al Alberche, pues el pueblo de Las Herencias, donde se encuentra la casa, se sitúa en la ribera del Tajo. Respirar aire puro, comer rico y sano y disfrutar de la naturaleza son básicos que han venido para quedarse y en Villa Cornelius ya se pueden empezar a disfrutar.

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