De todas las montañas madrileñas, ninguna más característica y fácilmente reconocible que Siete Picos, cuya cresta coronada por siete cumbres graníticas semeja el dorso dentado de un dragón (así, como la sierra del Dragón, era conocida en la Edad Media). También es la que ofrece las vistas más amplias. Y además es la que se presta a los paseos más bellos con raquetas de nieve, admirando los pinos de Valsaín que trepan hasta la misma cima.
21/01/2021 12:27 UTC Por ANDRÉS CAMPOS