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Menú del día: conviértete en la mejor chef de ensaladas con esta receta fácil, sabrosa y muy sana
Un paso a paso que acompañamos con la selección de todos los utensilios que vas a necesitar para que quede perfecta
Cocinar de manera saludable se ha convertido (por fin) en una forma de vida. Últimamente, nos llega mucha información al respecto y en estos meses nos hemos concienciado más sobre la importancia de dedicarle tiempo a la cocina. Por eso, hemos pensado que te gustaría descurbrir nuevas recetas con las que poner en práctica tus habilidades en la cocina y, de paso, empezar a cambiar tu alimentación.
Para empezar, una ensalada es el plato perfecto: pero de lentejas. ¿Por qué? Porque el termómetro empieza a subir en grados, pero aún no se decide a dejarnos salir en manga corta, por lo que es hora de reinventar esos alimentos que veníamos tomando calientes, para crear platos templados o fríos de lo más apetecibles. Además, las legumbres son fuente de fibra, de hierro y de proteínas vegetales, por lo que sus beneficios son aptos para todos, vegetarianos incluidos. Y es un plato muy sencillo en que apenas requiere de dotes culinarias ni una gran cantidad de alimentos.
Entre los ingredientes que necesitas, además de las lentejas, mejor cocidas en conserva, se incluyen una manzana, remolacha y nueces, aunque puedes elegir cualquier otro fruto seco, por ejemplo, unas avellanas o pipas de girasol. En nuestro caso, hemos escogido también un queso feta, pero puedes cambiarlo por un queso fresco de oveja, lo importante es que no sea demasiado duro. El aliño lo dejamos a tu elección pero te recomendamos apostar por una sencilla vinagreta de aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez. Eso sí, asegúrate de que en ambos casos se trate de productos de calidad.
Si te hemos convencido, mira el paso a paso de la receta pinchando en este enlace, hazte con todos los productos que necesitas a continuación y prepara el paladar para uno de los platos más sencillos, sabrosos y saludables de la temporada.
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Un set de cuencos
Con una ensaladera, cuatro cuencos y dos cubiertos para servir, no está de más que cuentes siempre con un set como éstos, para lucir tu ensalada en la mesa y repartirla entre tus invitados. Está fabricado en madera de samán (nos encanta la madera para este tipo de utensilios) y tiene una capacidad para cuatro raciones. Además, es fácil de usar y estable, algo importante, pues cuando sirvas cada una de esas raciones, no querrás llevarte malas sorpresas. Sí, no es un básico, pero te dará un plus de estilo.
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La base de tu ensalada: unas buenas lentejas
Ya que son las que dan nombre a nuestra receta de hoy, elijamos unas de calidad. Éstas se elaboran en Cataluña y su denominación -lenteja caviar- se debe a su aspecto en crudo. Suelen ser de un color negro y de reducido tamaño. Sin embargo, que no te engañen, son extremadamente sabrosas. Al margen de otras variedades nacionales igual de ricas, como pueden ser las castellanas o las pardinas, hemos elegido estas por su original aspecto y porque pueden mezclarse, si quieres, con una buena lechuga para incrementar el tamaño de tu ensalada.
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El aliño con aceite de oliva
Una ensalada puede estar perfectamente equilibrada, pero si el aliño no es bueno, podemos estropearla en el último paso. Por eso, sin duda, aprovecha la suerte que tenemos en poder elegir un aceite de oliva de calidad dentro de una amplia variedad. Para la receta de hoy, te recomendamos escoger éste de color verde intenso, con olor a hierba recién cortada y a plantas aromáticas como la albahaca, el tomillo y la menta, además de ciertas notas de manzana verde y piel de plátano, que combinan a la perfección con las lentejas y los frutos secos.
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Un salero y pimentero
Sal y pimienta, puedes prescindir de ella o reducir su cantidad, pero tenlas siempre a mano, porque el sabor de tu plato, sin duda, cambia. Estos dos botes consiguen mantener el producto intacto, aunque utilices poca cantidad, y tiene una gran capacidad con un tapa que te facilita, además, su uso. Están fabricadas en vidrio transparente (para no equivocarte, que más de un disgusto te habrás llevado) y la parte superior de acero inoxidable cepillado, lo que hace que sean muy duraderos. Se desmontan fácilmente para poder limpiarse.
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Un centrifugador de ensalada
Aunque si te mantienes fiel a la receta, seguramente este utensilio no te sea esencial, nosotros preferimos tenerlo siempre a mano si vamos a preparar una ensalada. No solo para centrifugar la lechuga, sino todo aquel ingrediente que ha podido quedarse con un exceso de agua. No hay peor sensación que la de una ensalada acuosa. Ésta es muy cómoda y fácil de usar, tanto para diestros como para zurdos y, por su estupendo diseño, puede servirnos también como el bol en el que servir nuestra creación gastronómica.
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Un vinagre ‘premium’
Amigo eterno del aceite de oliva, el vinagre casi nunca recibe el lugar que le corresponde. Parece que nos importa siempre más conseguir calidad en el primero, pero no en el segundo. Sin embargo, todo importa para que el resultado final de tu ensalada sea perfecto. Por eso, prepara tu aliño con este vinagre de Jerez reserva al Pedro Ximénez, con un aroma suave pero con mucho sabor. Es lo que tiene extraerlo de esos vinos del sur tan olorosos y con tantos matices. Y sigue nuestro consejo, no sigas siempre ese refrán que dice “la ensalada poco vinagre y bien aceitada”.
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Un bol grande de madera
Las ensaladas se sirven en bol o no se sirven. Ese es nuestro mantra. Por eso, hazte con una pieza como ésta, fabricada en acacia natural, que te da una durabilidad y resistencia única. Además, combina con cualquier momento del año, tanto si quieres sacar y lucir tu ensalada a una mesa del jardín en verano como si lo quieres hacer en una mesa más invernal. Puedes usarla a diario, tan solo tendrás que limpiarla con un paño húmedo y secarla bien, pues el color natural de la pieza es único, pero necesita también algunos cuidados.
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Las nueces de calidad
Si eres de las que aún piensas que las nueces, por su carga calórica, deberían estar desterradas de una dieta equilibrada, sentimos informarte que estás muy equivocada. Son una importante fuente de grasas buenas, además de aportarte una gran cantidad de fibra, que hará que te sacies más rápido de una manera natural. Estas nueces se cosechan en plantaciones de Huesca (Aragón) y son descascaradas con medios artesanales, para no deteriorar el producto. Por eso, por su delicadeza, son las que elegimos para nuestra ensalada.
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