Hay ocasiones que uno lo ve todo negro. El pasado lunes fue una de esas para Marta Luisa de Noruega. No porque fuera un nuevo manic monday como cantaban las Bangles; no porque tuviera uno de esos días, sino a causa de la gran humareda procedente de su casa: “Ese sentimiento cuando has dejado a los niños en la escuela y de repente recuerdas que has dejado el pan en el horno”, escribió el pasado lunes la Princesa en su cuenta de Facebook. Ante dicho lapsus bien podría haber deseado un extintor real a mano.
La princesa Marta Luisa, madre de Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah Behn, regresó de la escuela de sus tres pequeñas como cualquier otra mañana a su casa, sólo que esa mañana se encontró con un camión de bomberos a la entrada. El equipo de emergencia había respondido a la alarma automática de incendios que había hecho saltar el humo de su cocina.
“Había mucho humo, pero afortunadamente no había fuego. Me alegro de que no se quemara la casa”, declaró la Princesa al diario noruego Avisa Nordland. “Me había olvidado el pan dentro del horno, así que los panes estaban completamente negros”, les comentó a los periodistas presentes en Change the World 2015, un evento de “desintoxicación espiritual” de Soulspring, la Fundación de salud holística y espiritual en la que la Princesa se involucró en 2007.
“Salimos hacia Burud respondiendo a la alarma. Una vez nos cercioramos de que no había llamas y de que la humareda estaba bajo control, nos fuimos”, contó el jefe de bomberos Ansgar Danielsen al diario noruego Seher. La Princesa vive en Lommedalen, un distrito campestre a 24 kilómetros al noroeste de Oslo, con su marido, el escritor y todo lo demás Ari Behn; sus hijas, Maud Angélica, de 12 años; Leah Isadora, de 10, y Emma Tallulah, de 8, y su perro, Xavanna. La familia regresó a Noruega en mayo de 2014 después de vivir en el distrito del norte de Londres de Islington durante más de dos años.
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Olor a Chanel Nº5 o a pan quemado
“Me alegro de poder estar aquí esta noche”, dijo la polifacética Princesa, que también ha trabajado en televisión y como autora de libros espirituales, a una audiencia el lunes por la noche en la pequeña ciudad de Bodo, al norte del círculo polar ártico. “Reacciono al olor”, confesó la princesa Marta Luisa, cuarta en línea al trono noruego. “Cuando yo era pequeña, reaccionaba intensamente al aroma de Chanel Nº 5. Mi madre, la reina Sonia, sólo llevaba el perfume cuando salía, nunca en otro caso, no era superficial. Pero el problema es que para mí esa fragancia era el olor de la buena mamá: “Pero ya sea de pan quemado en el horno, u otra cosa, debemos afrontar la vida pase lo que pase”. “Es vivir el presente”.
