Se cumplen dos años de esta imagen, dos años de una salida histórica. Nunca la Abadía de Westminster había acogido tanta tensión como el segundo lunes de marzo de 2020 cuando el príncipe Harry y Meghan Markle dijeron adiós a su vida oficial como príncipes al servicio de la Corona británica. Ese día los duques de Sussex se despidieron del Reino Unido, de la Familia Real y de sus títulos como Altezas Reales para comenzar una nueva vida en los Estados Unidos y convertirse en los nuevos “príncipes de Hollywood”. Una aventura emocionante, con varios momentos incómodos para la Casa Real, que analizamos en el nuevo pódcast de ¡HOLA! 'Harry y Meghan: jaque a la Reina'.
Parece que ha pasado una eternidad desde que los duques de Sussex regresaron de sus vacaciones en Canadá, en enero de 2020, dispuestos a cambiar su forma de vida y, sobre todo, su modo de trabajar al servicio de la Corona. Tenían muchas propuestas que no consiguieron, como seguir sirviendo a la Reina, pero ahora, con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, lo que han obtenido es exactamente lo que buscaban:la libertad. Libertad para ganar dinero, para ejercer el servicio público tal y como ellos lo conciben, para hablar con los medios de comunicación, para operar bajo sus propias normas y, en definitiva, para desligarse de una vida en la que simplemente no eran felices.
Esa renuncia a obligaciones y privilegios provocó un terremoto en el Palacio de Buckingham que dejó al descubierto una dinámica familiar compleja, con distintos intereses, luchas de poder, filtraciones intencionadas y también puso a prueba a la máxima autoridad familiar, la Reina de Inglaterra, que una vez más se tuvo que enfrentar al dilema de ser una abuela comprensiva o una soberana de acero. Nadie se había rebelado bajo su reinado, pero Harry y Meghan estaban convencidos de que su felicidad estaba fuera y salieron exactamente 599 días de después de celebrar su boda en el Castillo de Windsor.
Desde entonces se han escrito nuevos capítulos en esta historia. Los duques de Sussex tomaron la palabra en la televisión estadounidense y dieron una entrevista a Oprah Winfrey que dejó a la Casa Real sin respiración, también demostraron un buen olfato para los negocios, cerraron acuerdos millonarios y en un corto espacio de tiempo consolidaron su presencia e influencia en los Estados Unidos, en donde ya han recibido importantes reconocimientos. Todo ello a la vez que cortaron los últimos lazos que les unían con la monarquía británica, ampliaban la familia con la llegada de Lilibeth Diana y Harry sacaba a la luz sus conflictos internos y los problemas derivados de una infancia marcada por la muerte de su madre, la princesa Diana.
Durante seis episodios y de la mano de expertos en realeza analizamos en un viaje sonoro qué ocurrió en esta ruptura histórica y cómo chocaron factores como la popularidad y la jerarquía, las tradiciones centenarias y el sueño americano, también la importancia que tuvieron en este conflicto el racismo, el dinero, la comunicación y el pasado. Una historia de amor, la protagonizada por un príncipe británico y una actriz estadounidense que comenzó con una cita a ciegas en el Soho londinense, dio la vuelta al mundo como el paradigma de la nueva monarquía y que terminó con un final totalmente inesperado, uno al estilo Hollywood.
