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Don Felipe y doña Letizia celebran esta semana la primera cena de gala tras la pandemia, ejerciendo como anfitriones del presidente de la República de Corea del Sur, Moon Jae-In y la primera dama, Kim Jung-sook. El mandatario y su esposa, de viaje oficial en nuestro país durante el martes y miércoles, participarán en una cena de gala que los Reyes organizarán en su honor en el Palacio Real para celebrar y afianzar las buenas relaciones existentes entre ambas naciones. Se trata de un reencuentro muy especial entre ambas parejas, puesto que ya se vieron las caras en octubre de 2019 por la visita de Estado que realizaron don Felipe y doña Letizia a su país. Entonces, entre otros actos, los Reyes fueron recibidos con honores en el aeropuerto de Seúl, realizaron una ofrenda floral en el cementerio nacional y tuvieron un encuentro en la residencia presidencial, la denomonida Casa Azul (Cheon Wa Dae).
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A sus 66 años, Kim Jung-sook no solo es conocida por su matrimonio con el mandatario sino que, como ocurre con la Reina, tiene a sus espaldas una amplia trayectoria profesional. En este caso, no de periodista como doña Letizia sino de cantante lírica. Nacida en 1954 y perteneciente a una familia de clase trabajadora, estudió música vocal en la Universidad de Kyung Hee, licenciándose en canto clásico y convirtiéndose en una reconocida intérprete de su país. La pasión por la música es algo que le viene de cuna a Kim Jung-sook, quien también ha sido miembro del Coro Metropolitano de la capital. Algunos todavía recordarán su espontaneidad cuando, durante una visita en Filipinas, se puso a bailar la coreografía del célebre tema Gangnam Style, del artista surcoreano Psy. Lo cierto es que, pese a su pasado como cantante, Kim Jung-Sook dejó a un lado su carrera una vez que se casó con el actual presidente, al que conoció durante su época universitaria.
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De hecho, muchos resaltan que su historia de amor se fraguó después de que Moon Jae-in se desmayara por culpa de unos gases lacrimógenos de la policía durante una protesta contra el régimen dictatorial de Park Chung-hee, y fuera ella quien le socorriera. Contra todo lo establecido en la cultura surcoreana de entronces y adelantándose a su tiempo, fue la cantante la que le pidió matrimonio a su marido, al que dio el 'sí, quiero' en 1981 y con el que tiene dos hijos -hijo e hija- y dos nietos. A ella la apodan cariñosamente como la "Dama alegre" (Jolly Lady) por su carácter risueño y afable junto a su personalidad optimista y animada. Desde que se convirtió en primera dama, cuando su marido fue nombrado el máximo dirigente en 2017 tras ganar las elecciones, se ha volcado y ha abanderado todo tipo de causas sociales encaminadas a mejorar la vida de las personas mayores o las que sufren alguna discapacidad. Además, es una gran amante de los animales, habiendo adoptado perros y gatos como mascotas con los que conviven ella y su esposo felizmente.
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