Los reyes Felipe y Letizia y sus hijas han vivido este sábado un día para el recuerdo. Los cuatro viajaron hasta Asturias para los actos con motivo de los Centenarios de la Coronación Católica de la Virgen de Covadonga, del Reino de Asturias y de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covandonga. Un día histórico, al ser la primera visita oficial de la Princesa Leonor a esta comunidad autónoma, en el que recibieron el calor de los muchos asturianos, curiosos y visitantes que quisieron saludarles personalmente. Entre parte de las personas que fueron testigos de estos actos, estuvieron algunos miembros de su familia como Jesús Ortiz, padre de la reina Letizia que acompañó a su hija y a sus nietas en la visita del sábado por la tarde al lago Enol. El abuelo de la princesa Leonor estuvo en el acto con su mujer, Ana Togores. Por la mañana se vio en los exteriores de Covadonga a la bisabuela materna de la Heredera, Menchu Álvarez del Valle, que reside en el concejo asturiano de Ribadasella. Los que no estuvieron en el Principado fueron sus abuelos paternos. En concreto, doña Sofía fue vista por varios pasajeros en el aeropuerto de Palma de Mallorca este sábado por la mañana, justo cuando su nieta se disponía a debutar en Asturias como Princesa.
La reina Sofía estuvo por la mañana en el aeropuerto de Son San Juan con su hermana, la princesa Irene, y varios escoltas cogiendo un vuelo de línea regular de Air Europa con rumbo a Madrid. Para el próximo sábado, la compañía vuela a la capital desde el aeropuerto mallorquín a las 8:00 y a las 10.30 horas y la duración del viaje es de una hora y veinticinco minutos. Unos horarios que si son los mismos que los de este fin de semana, supondrían, que además de no estar in situ con su nieta, doña Sofía no habría podido seguir los actos principales de Covandoga -que arrancaron a las 11:40 horas- por encontrarse viajando. A menos que hubiera aterrizado en el aeropuerto de Barajas a las 9:25 horas, en el primer vuelo del día, la Reina se habría perdido la llegada de su nieta a Asturias.
Es frecuente que, tras el invierno, cuando comienza a hacer buen tiempo, más o menos desde el mes de marzo, la reina Sofía viaje con frecuencia a la isla. Palma es un destino que gusta especialmente a la madre de Felipe VI. Allí puede disfrutar de planes que en Madrid son más complicados que puede realizar como dar paseos por la ciudad, hacer compras por tiendas del centro o aprovechar para visitar restaurantes.
Este año ha sido un verano atípico en Palma de Mallorca para la Familia Real. Otros años, a mediados de julio, doña Sofía ya se encontraba en la isla, ejerciendo de orgullosa abuela junto a sus nietos, pero este año su veraneo mallorquín se retrasó hasta casi finales de mes. La reina llegó acompañada de su hermana, la princesa Irene de Grecia, su hija, la infanta Elena, y sus nietos, Felipe y Victoria Federica, sin embargo, hasta el 31 de julio no hubo imágenes de ella. Fue el viernes 3 de agosto cuando se vio a la abuela paterna de la Princesa Leonor en su primer acto oficial en Palma acompañando a don Felipe y doña Letizia en la tradicional recepción ofrecida a las autoridades y a una representación de la sociedad de las islas Baleares.
