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Iñaki Urdangarin ha participado este domingo en el medio maratón de Ginebra, en vísperas de que el Tribunal Supremo emita el dictamen sobre su futuro y sobre su recurso contra la sentencia del tribunal de Baleares que le impuso seis años y tres meses de cárcel por varios delitos de corrupción, en el llamado caso Nóos. El que fuera Duque de Palma de Mallorca ha recorrido los 21,1 kilómetros en 1 hora, 58 minutos y 11 segundos, según el resultado oficial publicado por Harmony Genève Marathon for Unicef. En la clasificación final se ha situado en el puesto 2.528 de un total de 4.925 participantes y en su categoría de hombres a partir de 50 años se ha colocado en el 243 de 460.
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No solo Iñaki Urdangarin ha vuelto a participar en una nueva edición del famoso maratón, un acontecimiento que convierte año tras año las calles de Ginebra en una fiesta popular. También la infanta Cristina ha tomado parte una vez más en una de las ocho carreras de categorías diferentes que brinda esta competición a todo tipo de corredores. Se unió el sábado al Nordic Walking, con un recorrido de 10 kilómetros que hizo en 1 hora, 23 minutos y 8 segundos, según el resultado oficial de la organización publicado en la página web.
Igual que en 2017, han competido además Lucas Gui, cuñado de Iñaki Urdangarin, y Carlota Gui, su sobrina, que reside en Suiza con los ex Duques de Palma y que el año pasado participó con su prima Irene, hija pequeña de la infanta Cristina y sexta nieta de los reyes Juan Carlos y Sofía, en el recorrido de tres kilómetros. Pero en esta ocasión ni Irene se ha inscrito ni tampoco ninguno de sus hermanos Juan, Pablo Nicolás y Miguel, que fueron participantes en algunas otras ediciones.
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El deporte ha sido la tabla de salvación de Iñaki Urdangarin para sobrevivir a estos años de juicios desde que estallara el caso Nóos y a la angustia que supone la posibilidad de ingresar en la cárcel, según han comentado fuentes del círculo de Urdangarin. Así que el que fuera jugador de balonmano ocupa su cuerpo (corre, monta en bicicleta, esquía y juega al tenis) para no prestar atención a su mente y sobrellevar la inquietud de una sentencia adversa. Un temor que Iñaki, en libertad provisional, expía el día primero de cada mes al tener que comparecer ante la autoridad judicial en Ginebra, donde reside con su familia.
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