Quedan poco más de dos semanas para que finalice el reinado de Akihito de Japón después de 30 años en el Trono. Se trata de la primera abdicación de la dinastía del Crisantemo en más de 200 años y la familia imperial ya prepara el terreno desde hace casi un mes con rituales y ceremonias previas al cambio de era que tendrá lugar el 1 de mayo. Antes de ceder la Corona a su hijo Naruhito, el emperador y su mujer recorren los lugares más significativos de su vida. Todo un paseo por sus recuerdos que les llevó este sábado a los jardines Nemunoki que ocupan ahora el terreno donde estaba la casa en la que nació y creció Michiko.
El soberano y su esposa llegaban sonrientes y saludando a los allí presentes de forma muy afable, como es habitual, para después dar un paseo por este enclave botánico de Tokio acompañados de un experto al que escuchaban atentamente. El matrimonio imperial miraba maravillado el florecimiento de las rosas que se multiplican en los bonitos jardines que se extienden en el terreno donde pasó su infancia la emperatriz.
Antes de esta visita, Akihito y Michiko fueron a otro lugar muy significativo para ellos; el parque infantil Kodomo no Kuni. Según recoge la prensa del país, este centro de juegos fue construido con fondos procedentes de los regalos y donativos que recibieron por su boda. Precisamente este mes, además de celebrar el 30 aniversario del reinado del emperador, también cumplen 60 años de casados.
Los emperadores de Japón celebran su 60 aniversario de matrimonio
Así fue la primera celebración de los treinta años de la coronación de Akihito
Con motivo de ambas efemérides, el Teatro Nacional de Tokyo ofreció un concierto en honor al soberano y su esposa, al que asistieron no solo los homenajeados sino también el príncipe heredero Naruhito y la princesa Masako. La monarquía nipona vive unos meses de cambios, aniversarios y celebraciones que se entremezclan, ya que además de estas conmemoraciones, el país del sol naciente se prepara para que el 30 de abril Akihito abandone el Trono, que asumirá su hijo al día siguiente dando comienzo a la nueva era imperial: Reiwa.
Los emperadores de Japón celebran su 60 aniversario de matrimonio, el último antes de la abdicación
