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Salud

Así afecta el reflujo gastroesofásico y el ERGE a niños y adolescentes

¿Qué síntomas tienen? ¿Pueden provocar un problema de salud mayor?

El reflujo gastroesofágico y, con él, el ERGE (la enfermedad por reflujo gástrico, con síntomas similares pero de mucha mayor intensidad) se asocian generalmente a los bebés lactantes. En ellos, lo más habitual es que, cuando empiezan con la alimentación complementaria el malestar se reduzca de manera considerable, pero ¿y si no es así? ¿Pueden los niños y los adolescentes tener reflujo gastroesofágico? 

“Inicialmente, hay que diferenciar entre el RGE no patológico o funcional, por inmadurez fisiológica cardiohiatal, sin repercusión patológica y que no precisa realizar ninguna prueba diagnóstica, solo vigilancia clínica, del reflujo más intenso o enfermedad por RGE (ERGE) que provocan un cuadro con sintomatología variable con síntomas digestivos y extradigestivos con repercusión clínica, que precisan estudio y tratamiento”, nos indica la Dra. Dolores Gurrea, gastroenteróloga pediátrica del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.

Síntomas del ERGE en niños y adolescentes

Como apunta la doctora, afortunadamente, “la mayoría de bebés con ERGE también suelen mejorar con la edad y pocos son los que requieren intervención y tratamiento pasados los 12-18 meses”. Sin embargo, no ocurre en todos los casos; es posible que niños más mayores y adolescentes tengan reflujo gastroesofágico, en cuyo caso “la sintomatología es más similar a la de los adultos, con síntomas específicos como regurgitaciones, náuseas y vómitos, irritabilidad, dolor retroesternal y pirosis (sensación de ardor o acidez en la boca del estómago o del centro del pecho), sensación de plenitud postprandial. También se pueden manifestar con síntomas respiratorios crónicos (tos, disfonía, laringitis, asma)”, detalla.

En estos casos, los “síntomas sí pueden afectar a su vida diaria”, de manera que es preciso realizarles un estudio diagnóstico y pautarles el tratamiento correspondiente. “Según la edad y circunstancias específicas de cada paciente, es preciso descartar una serie de cuadros que cursan con vómitos de repetición que sí pueden ser indicativos de un problema mayor”, advierte la pediatra especialista en digestivo.

Cuando el malestar persista en el tiempo, es muy importante la visita a un especialista, puesto que las complicaciones de la ERGE pueden surgir incluso en pacientes que carecen de síntomas esofágicos típicos: esófago de Barrett, estenosis esofágica, o laringitis crónica, entre otras.

  • El esófago de Barrett se producen cuando el revestimiento del esófago está dañado a causa del ácido gástrico y es necesario tratarlo a tiempo, ya que las personas con este trastorno tienen mayor riesgo de padecer cáncer en la zona, según el servicio de información pública de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (servicio de información que también subraya que, pese a que estas tienen ese mayor riesgo, las posibilidades de desarrollar un cáncer a causa del RGE siguen siendo bajas).
  • La estenosis esofágica es un estrechamiento del esófago que da lugar a que el paciente tenga dificultad para tragar
  • Laringitis crónica. La laringitis es la inflamación de la laringe y se puede producir por diversas causas; cuando el origen es el RGE, se debe al ácido provocado por el reflujo, que irrita la laringe.
Con dolor de tripa©GettyImages

¿Por qué los niños y los adolescentes tienen RGE o ERGE?

Las molestias digestivas son frecuentes en adultos debido a los hábitos alimenticios y el estilo de vida. También en la mayoría de menores de edad que tienen RGE o ERGE suele tener que ver esos hábitos inadecuados. Así, la obesidad y los excesos a la hora de comer, como la ingesta de grasas, los alimentos picantes, las bebidas con cafeína y los alimentos procesados entre otros, pueden provocar acidez y/o reflujo gastroesofágico. En caso de adolescentes y adultos que beben a menudo alcohol y que fuman, estos también son un factor causante del malestar digestivo.

Este malestar se produce porque “en la unión del esófago con el estómago existe un músculo en forma de anillo que se llama esfínter esofágico inferior. Este músculo se relaja después de tragar alimento para permitir su paso al estómago y posteriormente se vuelve a contraer para cerrar el ascenso de comida y ácido al esófago”, según explica el Dr. Josep Esteve, coordinador de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre. “Sin embargo, a veces este músculo es débil o se relaja cuando el estómago se llena, permitiendo el ascenso de contenido del estómago al esófago”.

¿Existe tratamiento para el reflujo gastroesofágico en niños y adolescentes?

“El abordaje de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), -explica el doctor Esteve-, requiere un enfoque integral que debe tener en cuenta la presentación clínica, los hallazgos estructurales endoscópicos y las características motoras y funcionales”. El objetivo del tratamiento de la ERGE consiste en el alivio sintomático, la curación del daño mucoso y la prevención de las complicaciones (principalmente esofagitis, estenosis y esófago de Barret).

Así, se dará al paciente una serie de consejos generales, posturales y dietéticos para paliar los síntomas, tal y como detalla la Dra. Gurrea. También existe la posibilidad de dar a nuestros hijos, si así lo indica el pediatra, un tratamiento farmacológico, “fundamentalmente los frenadores de ácido (inhibidores de la bomba de protones (IBP)”. Junto a ellos y solo en casos extremos, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico.

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