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Salud

¿Es aconsejable que un niño trasplantado conviva con una mascota?

Son muchos los beneficios de tener mascota, pero también existen riesgos para estos pequeños, al igual que para quienes han recibido quimioterapia o tienen enfermedades del sistema inmune

Cuando un niño ha recibido un trasplante o quimioterapia o bien tiene una enfermedad del sistema inmune, una de las preocupaciones de las familias es protegerlos frente a virus o infecciones que puedan comprometer su salud, puesto que su organismo tiene una menor capacidad para combatirlos. Por eso, una de las dudas que es común que asalten a los padres de estos niños es si es aconsejable o no que tengan mascota. Según los resultados de una investigación del Hospital Universitario La Paz-IdiPAZ -referente en trasplantes infantiles en España-, en colaboración con la Fundación MAPFRE y la Asociación Española de Pediatría (AEP), no solo no habría problema, sino que es recomendable por los beneficios que, desde el punto de vista psicosocial, les aporta.

Beneficios de tener mascotas en hogares de niños trasplantados

Los beneficios que un niño trasplantado puede obtener de convivir con una mascota “son muchos”, según nos confirma la facultativa que ha liderado la citada investigación, la Dra. Ana Méndez Echevarría, coordinadora del área de Pediatría e Inmunodeficiencias del Servicio de Pediatría Hospitalaria, Enfermedades Infecciosas y Tropicales de La Paz. Los motivos de esos beneficios son dos: “uno, porque es niño y la compañía de animales en niños sanos y en niños en general ha demostrado mejorías en cuanto a la actividad física, menos tiempo atendiendo a dispositivos electrónicos (tablets, móviles, etc.); y luego hay estudios que demuestran que niños con animales se relacionan mejor con sus pares, tienen menos problemas psicoemocionales”, nos cuenta.

La doctora añade que a los niños trasplantados o inmunodeprimidos, por el hecho de serlo, se les suman más beneficios aún, “debido a que estos niños suelen estar largos periodos de tiempo menos comunicados con el exterior, con sus pares, no van al colegio o están en plantas donde hay alto aislamiento, de modo que tienen menos sociabilización”. En estos casos, en pacientes que están aislados, “el contacto con un animal ha demostrado mejorías en el estado emocional”, al igual que ocurre “en otro tipo de poblaciones como, por ejemplo, los ancianos; disminuye muchísimo el problema de soledad y mejora su su estado emocional y psicológico”.

Aunque, como nos explica la Dra. Méndez, los beneficios son, sobre todo, psicoemocionales, recalca que “no debemos olvidar tampoco los beneficios físicos”. Y en este sentido la evidencia científica es mucho más alentadora, si cabe, pues “hay estudios que demuestran que la presencia de animales de terapia en el hospital disminuye la sensación de dolor, disminuye las ansiedad, la frecuencia cardíaca y la tensión arterial”.

Acaricia a un perro©GettyImages

¿Hay riesgos para los niños trasplantados por convivir con mascotas?

A pesar de la importancia de los beneficios que los animales aportan a niños que han recibido un trasplante y que están inmunodeprimidos por esta o por otras causas, es fundamental ser conscientes de que “los riesgos sí que existen”, como confirma la responsable de la investigación de La Paz en torno a este asunto, quien nos subraya la importancia de que la familia acuda a un profesional para saber exactamente cómo debe proceder, qué cuidados ha de seguir con el animal para proteger al niño.

-Las vacunas

“La mayor parte de las vacunas que reciben los animales no protegen frente a ninguna infección que pudieran recibir los humanos”, salvo la rabia, nos dice. De hecho, “curiosamente hay algunas vacunas que no deberían recibir los perros ni los gatos porque son vacunas vivas y pueden contagiar de la cepa vacunal al paciente trasplantado”. ¿Qué hacer entonces? ¿Vacunar o no vacunar al animal para que pueda convivir con el pequeño inmunodeprimido?

“No es tan sencillo como decir qué vacunas le tengo que poner, sino más bien cuáles les tengo poner y cuáles no”, nos explica. “Por eso es fundamental que vayan a un profesional”. La doctora subraya que “la medida principal” es, por tanto, que acudan al médico y al veterinario, quienes serán los que harán un plan de cuidados y quienes les darán una serie de medidas preventivas a seguir. “Si el perro vive en una zona donde hay leishmania, pues igual requiere unas medidas; si el gato no caza y vive en un piso, pues igual no requiere otras”, apunta.

Estas medidas, por tanto, “deben ser individualizadas”, si bien de una manera más generalizada se basan en lo siguiente:

  • Cuidar la alimentación, “evitando alimentos que puedan hacer que estos animales se infecten, sobre todo, los alimentos crudos”. Esto incluye, por supuesto, “no dejar que cojan comida de las basuras ni que cacen cuando salen al campo”.
  • Vacunas. Es necesario “adaptar sus vacunaciones” y llevar a cabo la desparasitación.
  • Higiene. Es preciso prestar atención a “los cuidados y la higiene de las zonas y los hábitats de los animales; en el caso de los areneros de los gatos o las jaulas deben ser limpiadas con una frecuencia mayor que en un paciente sano”.

Para concluir, la coordinadora del área de Pediatría e Inmunodeficiencias del Servicio de Pediatría Hospitalaria, Enfermedades Infecciosas y Tropicales de La Paz insiste en que “lo importante es que todo paciente inmunodeprimido consulte a su médico y a su veterinario y, en función del tipo de paciente, del tipo de enfermedad, del tipo de mascota, de la zona geográfica, del tipo de domicilio, de las actividades que hace con la mascota... se adapte un plan específico e individualizado de medidas preventivas para cada caso”.

 

Guía para padres de niños trasplantados que quieran convivir con mascotas

Para ayudar a las familias de niños trasplantados con los pasos a seguir en caso de que convivan con una mascota o estén pensando en hacerlo por los beneficios que aportaría a sus hijos, el Hospital Universitario La Paz-IdiPAZ, en colaboración con las dos entidades que han financiado la investigación al respecto (la Fundación MAPFRE y la Asociación Española de Pediatría), ha lanzado una práctica guía.

Esta guía recoge los hallazgos de la investigación, que se centra en el análisis de los beneficios psicosociales de tener mascotas en hogares de niños trasplantados, al tiempo que destaca los riesgos potenciales de infecciones zoonóticas asociadas. Así, la guía explica qué son las zoonosis (infecciones trasmitidas por animales) y recoge consejos a la hora de decidir tener una mascota y recomendaciones concretas sobre la alimentación, la limpieza, el juego o las visitas al veterinario.

En un decálogo fácil de comprender, se recuerdan aspectos básicos de la convivencia como la higiene, la enfermedad, las salidas al campo o los viajes.

Se ha desarrollado también una aplicación web, kids&Pets, que es fruto de la colaboración entre pediatras especialistas en enfermedades infecciosas que tratan niños inmunodeprimidos en el Hospital La Paz, veterinarios del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, neuropsicólogos y diseñadores gráficos. El objetivo de esta app es conseguir una convivencia segura, dando la información pertinente directamente a los niños, quienes, de forma interactiva, podrán consultar la información gráfica y lúdica, organizar y programar los cuidados, establecer alertas y notificaciones, programar revisiones y acceder a información basada en la evidencia.

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