Tu bebé ya ha cumplido nueve meses, el mismo tiempo que permaneció en tu barriga, y ¡no para ni un minuto quieto! Este mes será crucial en su desarrollo porque verás cómo, no solo cambia a nivel físico, sino que su desarrollo lingüístico y motor ¡será increíble! Puede que ya comience a decir “mamá” y “papá” (aunque todavía sin sentido) y habrá ganado agilidad y destreza en sus movimientos. Descubrimos de la mano de Sara Martínez (@growbabygrow_bysara), fisioterapeuta y osteópata pediátrica, cuáles son los hitos más importantes de un bebé de nueve meses.

Cómo es un bebé de nueve meses

Las medidas de tu bebé de nueve meses, según el percentil en el que se encuentre, serán: “Unos 68 cm y 8 kg, en niñas y 69 cm y 8,5 kg, en niños”, nos comenta la experta. A nivel emocional, la ‘ansiedad por separación’, que ya comenzó el mes anterior, seguirá estando muy presente durante el noveno, y es que suele alargarse varios meses. “A medida que él vea que no hay peligro por separarse de su figura de apego, se irá separando poco a poco de ti”, nos cuenta la fisioterapeuta.

Además, nos detalla que: “A nivel psicomotriz tendrá mucho más control en sus movimientos, los patrones cruzados los tendrá muy dominados y será muy ágil en sus desplazamientos. Su destreza manual será más precisa, sus movimientos generales más coordinados, tendrá una agudeza visual mucho más desarrollada potenciando mucho el cálculo de distancias y el concepto espacio-tiempo. Podríamos decir que potenciará tanto la esfera física y cognitiva, como la emocional”, asegura.

¡Será un experto gateador!

Sara nos asegura que, nuestro bebé será un experto gateador, reptador, o cualquier forma de movimiento con el que se las ingenie para llegar a muebles o superficies donde lo que le resulte interesante le quede por encima de él. “Buscará todas las estrategias y las combinará para poder llegar a ponerse de pie con apoyo y alcanzar aquellos juguetes que le habíamos escondido. Poder desplazarse está súper bien, pero cambiar de posición y poder quedarse sentado para jugar con el juguete que ha conseguido después de una larga excursión, será su mayor recompensa. La primera vez puede que lo haga por casualidad, pero poco a poco iréis viendo como él solo consigue llegar a sentarse desde cualquier posición: desde el gateo, desde boca abajo o incluso desde boca arriba”, nos cuenta la experta.

Además, añade: “Es capaz de coger un juguete en cada mano, pero cuando ve un tercero, que es de su interés, necesitará soltar uno de los anteriores. Con los dos juguetes en sus manos, ya no solo los observará o se los llevará a la boca, sino que será capaz de golpear un objeto con otro”. Ten mucho cuidado porque será capaz de llegar a todo lo que se proponga, así que te animamos que comiences a quitar todos los objetos peligrosos de su alcance y pongas seguros en puertas, cajones, escaleras, enchufes… ¡comienza la diversión!

Y es que se acerca una época muy divertida en todos los sentidos sobre todo, porque comenzará a hacer sus primeras expresiones y gestos corporales: “Empezará a imitar gestos como “adiós”, y a aplaudir, así que es el momento perfecto para empezar a cantar canciones y hacer mímica para que te siga. También comenzará a reconocer su nombre cuando lo llames”, nos cuenta la fisioterapeuta.

¿Cómo se han desarrollado sus sentidos?

A partir de los nueve meses empiezan a desarrollar la visión binocular, algo esencial para poder ponerse de pie y andar y empezarás a ver que le llaman la atención cosas más pequeñas como los botones por ejemplo y es que: “Se habrá perfeccionado mucho la visión del detalle. También se despertará su visión de ambiente y podrá percibir los desniveles en el terreno. Reconocerá más en detalle las expresiones y empezará a reaccionar a ellas. La visión periférica tendrá una gran misión como compañera del equilibrio y para que en sus desplazamientos no se choque con objetos”, indica la experta. Continuará su desarrollo del sistema vestibular y propioceptivo, que junto a la visión, le ayudará a ir ganando equilibrio.

Un dato curioso

La fisioterapeuta nos habla sobre el reflejo plantar, que es aquel que estimula la flexión involuntaria de los pies y sus dedos como respuesta al tacto. Y es que con ello, sus pies y sus dedos se preparan para soportar el peso y para mantener el equilibrio. “A los 9 meses, observaremos que el reflejo de prensión plantar ya ha desaparecido. Este se inhibe por el contacto de esta planta del pie con diferentes superficies y su desactivación nos permite tener una base estable sobre la que mantener el cuerpo, dando una sensación de estar bien apoyado y con control”, asegura Sara.

¿Cómo acompañarle durante el noveno mes?

Durante este mes la experta recomienda realizar una serie de actividades junto al bebé, puesto que serán muy importantes para su desarrollo:

• Porteo ergonómico: continúa siendo la mejor opción para desplazarte con tu peque tanto por exteriores, como por casa cuando necesite brazos.
• Mucho suelo: pasar mucho tiempo en el suelo sin ninguna restricción que limite el movimiento (tomando todas las medidas de seguridad) sigue siendo clave para favorecer que consiga los hitos motores que siguen en su desarrollo.
• Muchos juegos de cantar e imitar: toda la interacción será bienvenida en cualquier momento de su desarrollo, pero como ahora empieza a imitar, será clave.
• Los masajes, besos y abrazos seguirán siendo clave para continuar potenciando su tacto y fortalecer el vínculo afectivo.

Cómo será la evolución del sueño a los nueve meses

En este momento de su crecimiento tu bebé está potenciando al máximo su desarrollo físico y cognitivo, por lo que es normal que batalle cada vez que intentes acostarlo. ¡Él quiere seguir practicando! Esta etapa se conoce como ‘regresión del sueño de los 8-10 meses’, una de las crisis madurativas que atravesará el pequeño. Además, quizás tengas que: “Ir olvidándote de esos despertares nocturnos tranquilos en los que rápidamente volvía a conciliar el sueño. Tiene tanta inquietud psicomotriz que necesita continuar explorando incluso de noche, y estos despertares serán más largos y más activos. Pero no solo querrá practicar de noche, sino que lo más seguro es que te rechace también la última siesta del día”, advierte la experta.

Su sueño se organizará más o menos de la siguiente manera, según nos cuenta Sara:

• Sueño diurno de 2 siestas con un total de entre 2 y 3 horas de sueño.
• Sueño nocturno de 11-12 horas
• Ventanas de sueño de 3 horas y media o 4 horas (el tiempo que el bebé se mantiene despierto entre siesta y siesta).

Te recomendamos tener mucha paciencia durante esta época, y, sobre todo, comprender que se trata de una etapa más de su desarrollo que significa que tu bebé está madurando poco a poco, y que como todo… ¡pasará!