Después del parto, una de las cosas que más nos preocupa es la vuelta de la menstruación. Nos invaden muchas preguntas que tienen a esa nueva primera regla como protagonista: ¿puedo quedarme embarazada antes de que vuelva? ¿está recomendado el uso de tampones? Estas preguntas, unidas al tiempo que se entiende como normal hasta que llega, cuándo se regula el ciclo menstrual o si influye o no dar el pecho a nuestro bebé, son algunas de las que más se escuchan en consulta. Además, transcurrida la cuarentena y con el inicio de las relaciones sexuales, la preocupación aumenta.

Hay que tener en cuenta que el cuerpo femenino necesita, por lo general, de entre 9 a 12 meses para volver a su estado habitual. Tras dar a luz, lo normal es que nos vayamos recuperando poco a poco, viendo cómo nuestro organismo recupera su estado natural con calma. Con la menstruación ocurre lo mismo. Por ello, es fundamental mantenerse tranquila y no agobiarse. Y saber que, después del parto, nuestra regla puede sufrir cambios. Así nos lo confirma Laia Aguilar, matrona experta en postparto de LactApp.

¿Cuándo regresa la regla tras el parto?

Según nos dice Laia Aguilar, “sí, tras el parto, los ciclos menstruales pueden tardar en llegar a un estado parecido a como eran antes del propio embarazo”. Justo después del nacimiento de nuestro bebé, nos cuenta la matrona, “se produce un sangrado vaginal al que nos referimos como loquios, que no podemos considerarlos menstruación”. Así, no suele haber menstruación hasta 8 o 10 semanas después del parto y, aún así, este periodo puede modificarse si, por ejemplo, se está dando el pecho.

La reanudación del ciclo menstrual tras el parto, no podemos olvidarnos, es un proceso hormonal que requiere que los niveles de dichas hormonas vuelvan a la normalidad. Por tanto, es diferente en cada mujer y depende de muchos factores, como son un parto por cesárea, problemas de tiroides o estrés. Sin embargo, hay que advertir que en este periodo puerperal (el que sigue al parto), la primera ovulación puede suceder antes que la primera regla, con lo que una mujer puede quedarse embarazada sin haber empezado a menstruar.

¿Cambian nuestras sensaciones con ‘la nueva regla’?

Además, nos cuenta la matrona, “las sensaciones de la menstruación pueden ser un poco distintas a las que se tenían previamente. Para algunas mujeres que tenían molestias en sus reglas antes de tener el bebé, por ejemplo, el hecho de que el útero se haya modificado hace que disminuyan en intensidad o, incluso, desaparezcan”. En otros casos, ocurre todo lo contrario.

Regularización del ciclo menstrual en el postparto

La regularización del ciclo menstrual tras el parto, nos insiste la matrona, “puede depender de muchos factores, entre el que destaca el de si la madre está amamantando o no al bebé”. Un aspecto que veremos con detalle más adelante, pues las hormonas de la lactancia pueden inhibir por completo el ciclo menstrual. “Algunas mujeres lo tienen, como hemos dicho, a las 6-8-10 semanas después del parto, pero si amamantan a sus bebés, pueden estar meses e, incluso, un año completo sin tener la menstruación”. Y esto no significa que tengan problemas de salud.

Por otro lado, en cuanto a la regularización, hay que tener en cuenta que “las primeras menstruaciones pueden ser irregulares, tanto en ritmo como en aspecto”. A medida que van pasando los meses, nuestro ciclo se irá pareciendo más al ciclo que teníamos antes del embarazo. Además, si se usan anticonceptivos hormonales, nos comenta la matrona, “el sangrado que aparezca no se considera menstruación”. Con lo que no estaría regularizado.

Cómo afecta la lactancia a la regularización del ciclo menstrual

Como ya hemos dicho, “sí, la lactancia puede afectar al ciclo menstrual”. Se sabe, nos dice la Laia Aguilar que, sobre todo, “afecta cuando la lactancia es exclusiva”. Aún así, muchas mujeres lactantes no tienen la menstruación aunque su bebé también esté tomando leche de fórmula u otros alimentos. En algunos casos, cuando el ciclo ya está establecido, si el bebé pasa una época muy demandante, también puede provocar que, de nuevo, el ciclo se inhiba. “Lo hemos observado, por ejemplo, durante los primeros meses de confinamiento estricto, ya que las madres que habían vuelto al trabajo y amamantaban se encontraban de golpe de nuevo todo el día con sus bebés, con lo que su demanda subió y volvieron a tener períodos sin menstruación”.

El por qué es diferente en unos casos y otros depende la producción de leche y de la cantidad de veces que el bebé se agarre al pecho, porque la prolactina (la hormona que más afecta a la lactancia, el embarazo y que inhibe la regla) permanece más tiempo elevada en el organismo materno y hace que el ciclo se retrase o tarde un poco en reactivarse. En el caso de no dar el pecho al bebé, lo normal es que la actividad ovárica se reinicie al mes de haber dado a luz o entrar en ese periodo de seis meses. Y, en otros casos, puede ser que tengamos reglas con lactancia exclusiva o que no amamantamos y los ciclos tarden bastante en regularizarse.

Posibles síntomas de incontinencia

Al igual que el tema de la vuelta de la regla después del parto, el tema de la incontinencia es tabú y, por falta de información, muchas veces se relaciona con la inestabilidad del ciclo. Sin embargo, nos explica la matrona, “no tienen nada que ver”. La incontinencia no es una situación normal, aunque muchas mujeres la tengan durante los primeros días después de dar a luz, ya sea por parto vaginal o por cesárea. Así, cuando hay incontinencia urinaria, de ventosidades o fecal se recomienda acudir a un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico que realice una valoración exhaustiva. Ésta, con trabajo, tiende a desaparecer.

Consejos para una mejor regularización

Mientras tu cuerpo se prepara para volver a la normalidad, las recomendaciones son, además de mucha paciencia:

• Seguir una dieta sana, te ayudará a regular el ciclo menstrual y a evitar un déficit de hierro que, incluso, puede provocar la desaparición de la menstruación.
• Toma jengibre, que mejora la circulación sanguínea, la salud digestiva y nos ayuda a producir estrógenos, al contener flavonoides, unos grandes antioxidantes.
• Evita los alimentos refinados, hay numerosos estudios que han observado la relación del azúcar y harinas blancas con un mayor riesgo de desajuste hormonal.