El famoso little black dress es el vestido de los eventos de noche por excelencia. Una pieza que ha sabido adaptarse con el paso de los años y que es un básico de fondo de armario al que pocas mujeres pueden resistirse. Sin embargo, es su opuesto, el look blanco, el que triunfa no solo en las bodas, sino entre las madres de bautizo, las madrinas o las invitadas a celebraciones de verano. Este color, capaz de resaltar el bronceado de los días estivales, tiene un gran espacio en el armario de la Reina Letizia. Sus estilismos más níveos, desde sus inicios como princesa hasta la actualidad, son una gran fuente de inspiración y se han transformado en referentes atemporales, empezando por su espectacular diseño nupcial.
‘Sí, quiero’
¿Cuándo? 22 de mayo de 2004.
¿Dónde? Catedral de la Almudena de Madrid y Palacio Real.
Nos inspira por: El trabajo del maestro Manuel Pertegaz no dejó a nadie indiferente. El que el diseñador consideraba como el broche de oro de su carrera era de corte princesa, en color blanco roto, con una cola de cuatro metros y medio, con escote de pico y cuello corolla, repleto de bordados en hilo de plata y oro patinado de la flor de lis, el madroño, el trébol y la espiga. El diseño se realizó con materiales españoles, por expreso deseo de la corona, hace ya 17 años.
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