La celebración tuvo lugar en el Pago de Arínzano, una bodega preciosa en la que trabaja Maher Catering, "uno de los mejores caterings de este país", asegura Nora. El cóctel se realizó en una zona donde se ubica una antigua ermita, bajo la sombra de unas parras, y el banquete, dentro de la bodega. "Al entrar, todos estaban ondeando los pañuelos de San Fermín personalizados que dejamos en cada una de las sillas".
Está claro que en toda fiesta la música juega un papel crucial, mas Nora la utilizó cual estrategia en las distintas fases de su gran día. ¡Y funcionó! "Uno de los momentos más peligrosos de las bodas es la sobremesa. Si se alarga mucho, puede adormilar a la gente", de ahí que la sustituyesen por grupo de música en directo, cuyo guitarrista, Kiko, es un amigo cercano de la novia.