Guía de protocolo para bodas: todo lo que deberías saber sobre el gran día

Sencillos consejos para que novios e invitados se sientan cómodos y sepan cómo actuar en cada momento

Por Regina Navarro

El protocolo hace referencia a todas esas reglas establecidas por norma o por costumbre que enmarcan un acto social. Y nos guste o no estamos rodeados de ellas. Aunque cada vez estas formalidades sean más laxas —en algunos casos incluso tienden a desaparecer— siguen estando presentes en las bodas y es importante tenerlas en cuenta. Y no solo nos referimos a la forma de vestir de los invitados —todas tenemos interiorizado que el blanco o los tonos claros no son la mejor opción para ese día—, sino a todos esos detalles que hacen que cada boda sea un poco más bonita y elegante. "Creo que hay un protocolo 'básico' que todo el mundo conoce y con el que se siente cómodo. Sin embargo, los detalles más bonitos y más clásicos del protocolo son los grandes desconocidos. Mi entorno y mis seguidores siempre me han trasladado sus dudas e inquietudes respecto", nos explica Ana García-Gayoso, empresaria, fundadora de uno de los primeros blogs nupciales en España y autora de Manual para organizar una boda perfecta, donde habla largo y tendido sobre este tema en el que es experta.

Ella es de las que opina que conocer estas reglas es importante no solo para seguirlas, sino más bien para decidir con criterio qué se quiere cumplir y qué no el día de la boda. "A veces el protocolo se confunde con la etiqueta, la educación, el saber estar, la diplomacia social o con el mismo sentido común, pero todos ellos comparten un objetivo principal: que anfitriones e invitados se sientan cómodos y seguros desarrollando su papel", asegura. Por eso, con su ayuda, desgranamos todos esos detalles de protocolo que rodean el mundo de las bodas y que tantas inquietudes generan entre los novios y los invitados.

¿Quién marca el protocolo?

En este caso la respuesta es clara: los novios. Ellos son los que tienen el poder de decidir el tipo de boda que van a celebrar y, por tanto, si tiene sentido o no que se apliquen ciertas normas protocolarias. Pensemos en una pareja que celebra una unión informal, en el campo o en la playa. Aunque estén rodeados de sus familiares y amigos y quieren festejar su amor, ni los estilismos de ellos, ni los de los invitados, ni todo lo que rodee el enlace tendrá mucho que ver con quien decida casarse por la iglesia y apostar por un 'sí, quiero' más bien tradicional.

¿Cómo saben los invitados si deben prestar atención o no al protocolo?

La primera de las pistas la recibirán en la invitación. "Son una antesala de la boda. Es una forma de trasladarle al invitado no solo una convocatoria, sino de comunicarle el tipo de boda que se va a celebrar. Solo si quieres organizar una boda tradicional, clásica, familiar… se debería estar atento al protocolo. Por el contrario, si tu intención es celebrar una boda desenfadada, muy personal, en medio del campo, sin protocolo de mesas ni etiqueta, etc. quizás no tenga sentido enviar una invitación en su formato más clásico", explica Ana. 

La elección de los looks

Aunque el protocolo de vestimenta en una boda da para un artículo aparte —aquí puedes leer uno en el que tratamos este tema con detalle—, la experta asegura que por resumirlo hay que cumplir con tres cosas: vestir apropiadamente, decorosamente y consideradamente. "Apropiadamente, es de buena educación honrar bien vestido al anfitrión; decorosamente (sin hombros descubiertos, escotes o transparencias sugerentes) a tener en cuenta principalmente en las celebraciones religiosas; consideradamente, por ejemplo, la madre de la novia no debe escoger color de traje hasta que la madrina —que tiene un papel más protagonista y relevante— le traslade el suyo, la madrina tampoco debería retirarse la mantilla hasta que la novia se retire el velo, etc.", apunta Ana.

El protocolo de una boda religiosa

"Siempre digo que a la Iglesia hay que acudir con fé. No hay nada más antiprotocolario -y menos coherente- que una pareja no creyente celebrando una boda religiosa", asegura la experta. Partiendo de esta premisa, son unos cuantos los detalles que se deben tener en cuenta tanto los novios como los invitados.

Los invitados

  • Puntualidad. Lo primero, y quizá más importante, es acudir con puntualidad. Ana asegura que llegar con cinco o diez minutos es margen suficiente para saludar brevemente a amigos y familiares en el exterior del templo —esto es importante, ya que una iglesia es un espacio pensado para la oración y el recogimiento y, por tanto, lo suyo es que impere el silencio—. 
  • Orden de entrada y colocación. Lo correcto es que los primeros invitados en entrar a la iglesia sean los de menor importancia. Es decir, aquellos que no tengan un papel destacado en el gran día, y se sentarán dejando libres los primeros bancos para familiares y testigos. Después accederán los testigos (los de la novia se sentarán a la izquierda y los del novio a la derecha), seguidos por los hermanos de los futuros esposos y precediendo a la madre de la novia y el padre del novio. Llega después el momento del acceso al templo del novio y la madrina. Tras ellos irán los niños de arras (si los hay) y, por último, la novia, agarrada del brazo izquierdo del padrino. 
  • Comportamiento en la iglesia. Aunque estas líneas quizá sobren para quien suela acudir con frecuencia al templo, no todo el mundo sabe que es importante no cruzar las piernas y los brazos o adoptar una postura informal durante la ceremonia. Así mismo, es preferible evitar diseños con escotes muy amplios o los hombros al aire y, en caso de llevarlos, mejor cubrirse con una capa de gasa, un chal o una prenda bonita y favorecedora.
  • Salida. El protocolo marca que para abandonar el templo se debe hacer a la inversa del orden de entrada. Es decir, los primeros en salir serían los novios, seguidos de los padrinos, padres de los novios... Sin embargo, aunque es menos protocolario, la mayoría de parejas prefieren que sus invitados los esperen en el exterior. 

Los novios

  • Puntualidad. Lo ideal es que el novio entre solo unos minutos antes de la llegada de la novia y ella, aunque es la única que tiene permitido acudir un poco tarde, es mejor que no se demore más de diez minutos. 
  • Colocación en el altar. Esta es una de las dudas que más se suele repetir entre los novios. ¿Cómo es correcto colocarse? El protocolo indica que debe ser así: de izquierda a derecha, madrina, novia, novio y padrino, o lo que es lo mismo, las mujeres a la izquierda y los hombres a la derecha. 

El protocolo de una boda civil

¿Y qué pasa con las uniones que no son religiosas? Ana nos explica que no hay normas específicas para este tipo de ceremonias. "Pero a falta de protocolo no hay nada más sensato y políticamente correcto que el sentido común", asegura.

¿Qué tener en cuenta durante el almuerzo o la cena?

Lo más habitual es que, tras la ceremonia, los invitados disfruten de un cóctel antes de sentarse a la mesa. Ana asegura que para que la entrada al espacio habilitado para el almuerzo o la cena sea fácil, conviene que el seating plan esté ubicado en una zona bien visible y sea fácil de leer. "Sobra decir que es mucho más formal referirnos a nuestros invitados como Srta. María Pérez Pérez y Sr. Don José Gómez Gómez que como María y Pepe", apunta, pero eso es algo que deberán decidir los novios. Lo que sí aconseja la experta es que ese protocolo sea el mismo que se utilice a la hora de enviar las invitaciones y escribir los nombres en el sobre.

La organización de los sitios

La organización de las mesas es una de las tareas más complejas para los novios. No solo hay que evitar poner juntas a personas que no tengan feeling, también hacer buenas mezclas para que las charlas sean entretenidas y todos disfruten al máximo. Ana recomienda no solo elegir en qué mesa irá situado cada comensal, también la silla exacta que ocupará para fomentar las conversaciones grupales y evitar los pequeños corrillos. Además, recomienda utilizar como comodín a aquellos invitados con los que se tenga una mayor confianza (hermanos, amigos, etc.). En cuanto a la mesa presidencial, lo habitual es que los novios la ocupen junto a sus padres, pero en caso de que estén separados y la relación entre los excónyuges no sea la mejor, es preferible que los recién casados se sienten con los testigos y los padres actúen como anfitriones en otras mesas.

Otro tema importante es la distancia entre la mesa presidencial y el resto. Lo normal es sentar en las mesas que la rodean a los invitados más cercanos y, en las más alejadas, al resto. Aunque si hay grupos de amigos más alborotadores, no pasa nada por apartarlos un poco, ¡lo entenderán!

Saludo de los novios

Es habitual que la pareja de recién casados pasé por las mesas para saludar a todos sus invitados —a muchos no habrán podido verlos hasta ese momento—, interesarse por cómo lo están pasando y brindar con ellos. Ana nos cuenta, y también detalla en su libro, que ella y su marido eligieron hacerlo después del segundo plato. De ese modo se consigue reducir un poco el tiempo de la comida y se evita que se haga larga o pesada.

Cuándo levantarse de la mesa

Ni para fumar, ni para acudir al cuarto de baño, saludar a otros invitados o hablar por teléfono, han tenido tiempo durante el cóctel o antes de sentarse. El protocolo dicta que, salvo extrema necesidad, los invitados no pueden abandonar su mesa hasta que sean invitados a la pista de baile. Ana asegura que no solo es una grosería para los que permanecen sentados, también dificulta el servicio de cátering y el ritmo de la cena.