La razón por la que Kim Kardashian podría volver a casarse con el mismo vestido de novia

La empresaria, que celebra su quinto aniversario de boda con Kanye West, eligió un diseño de Riccardo Tisci para Givenchy siguiendo la máxima de los diseñadores nupciales

Por Regina Navarro

Karen Craig, una de las dos mitades que dan forma a Marchesa, explicaba en una entrevista concedida a HOLA.com que, a la hora de encontrar el diseño nupcial perfecto "lo más importante es recordar que vas a tener presente tu vestido en los próximos veinte, treinta o cuarenta años. Por eso, aunque seas una novia te tienes que sentir tú misma". Ella recomendaba mirar de lejos las tendencias, abrazarlas, pero con cautela. Basta analizar los diseños de algunas de las celebrities que se han casado en los últimos años para ver que muchas de ellas –recordemos el sencillo look de Miley Cyrus o el vestido de Pronovias que escogió Rocky Barnes– cumplen las dos premisas: reflejar en el vestido su personalidad y elegir un diseño capaz de permanecer en el tiempo. Algo que, aunque a algunos les sorprenda, ya tuvo en cuenta Kim Kardashian.

Hace cinco años que la empresaria se casó con Kanye West en el castillo Forte Belvedere de Florencia. Una localización a la que la mayoría de los asistentes acudieron desde París, ya que el día previo al enlace el diseñador Valentino y Giancarlo Giacometti organizaron un brunch en honor de la pareja. Además, los todavía novios, agasajaron a sus invitados con una fiesta en el Palacio de Versalles.

Más allá de la expectación que despertó el evento, uno de los más seguidos en redes sociales, el momento en el que se descubrió el vestido de Kim fue uno de los más esperados. La celebrity eligió un diseño personalizado de Alta Costura creado por Riccardo Tisci para Givenchy, de color blanco. Un vestido que costó cerca de medio millón de dólares, pero con el que convenció a sus seguidores. Fiel a su estilo, apostó por una silueta sirena que envolvía con suavidad su cuerpo y realzaba su figura. Un corte que se asemeja a los que suele vestir en su día a día. Más llamativa fue la espalda, protagonizada por un amplio y sensual escote.

Sin embargo, el día de su boda también incluyó detalles clásicos, de esos que ayudan a que el diseño aguante mejor el paso del tiempo. El primero de ellos lo encontramos en el tejido. El vestido estaba elaborado en encaje, una de las opciones preferidas por los diseñadores nupciales, ya que aporta riqueza al diseño y es fácil favorecer el cuerpo con él. El otro, la cola. Cada vez más novias apuestan por la comodidad, por eso no es extraño ver que este elemento se reduce cada vez más y algunos de los diseños más actuales incluso carecen de ella, pero la empresaria sí quiso lucirla. Por último, el velo. En los últimos años hemos visto como muchas novias han querido dejar de lado este accesorio, que han sustituido por pequeños tocados, adornos e incluso pamelas. Kim optó por un diseño de tul con encaje en los extremos, con el que aparece en algunas de las fotografías.