La actriz María Castro está viviendo, sin duda, una de las etapas más felices de su vida. Después de disfrutar de unas vacaciones inolvidables durante las que ha tenido tiempo de visitar a su familia, salir con sus amigas y viajar junto a su pareja José Manuel Villalba, y su pequeña Maia, de dos añitos, la gallega ha puesto el broche de oro perfecto a su verano este fin de semana. A su dulce momento profesional, en el que destaca su participación en el exitoso talent show de TVE Masterchef, se le ha sumado la felicidad de haber pasado por el altar tras cinco años de relación con José Manuel en una ceremonia que ella misma ha catalogado como 'tal y como la había soñado'.
Foto: Andrea Rodríguez (Mi sobrina Julia)
María protagonizó en noviembre del año pasado una de las pedidas de mano más románticas y sorprendentes de los últimos tiempos, ya que su novio aprovechó que ella estaba siendo entrevistada en directo en el programa de El Hormiguero para entrar y arrodillarse delante de toda España. Unos meses después, la boda ha tenido lugar en en el Parador de Baiona, la localidad gallega en la que la actriz veranea desde que era niña y que tiene un significado muy especial para ella. La encargada de publicar el álbum del enlace ha sido precisamente la novia, que ha querido agradecer a todos los que habían ayudado de alguna manera a la organización del mismo.
Foto: Andrea Rodríguez (Mi sobrina Julia)
A través de esta serie de fotografías compartidas a través de la cuenta de Instagram de María se ha desvelado también el secreto mejor guardado de toda boda: el vestido de la novia. Para su gran día, la protagonista de Sin tetas no hay paraíso ha optado por una creación en blanco impoluto de corte clásico pero con un detalle muy original. La firma encargada del diseño ha sido Aire Barcelona, desde donde, como la propia protagonista ha confirmado, le ayudaron a seleccionar 'su vestido soñado'. Se trata de un modelo estilo línea-A de nueva colección confeccionado en tamís. Posee cuerpo entallado que enmarca la silueta y falda voluminosa con un delicado lazo en la cintura. El escote halter cuenta con una apertura frontal que aporta un aire de elegancia atemporal que contrasta con la espalda al aire, que le da una estética más moderna y original.
Este vestido, denominado Egan, forma parte de la última colección de la firma española, y puede confeccionarse en distintos tejidos dependiendo del gusto de la novia. María ha prescindido del acabado satinado que muestra el catálogo del atelier y ha preferido apostar por uno más discreto y acorde con el entorno rural de la ceremonia. Ella le ha sumado un velo clásico largo que partía del pequeño tocado floral creado en exclusiva por Nácar que remataba el moño bajo trenzado de acabado messy con el que ha recogido su característica melena rizada pelirroja. La actriz ha completado su look nupcial con unos pendientes largos de brillantes y zapatos que, aunque no hemos podido apreciar aún, sabemos que firmaba Úrsula Mascaró.
