Meghan Markle tiene ante ella uno de las mayores retos de su vida: elegir vestido de novia; una decisión que estará sometida a la opinión de la Casa Real inglesa, los medios de todo el mundo, los fans de Suits y más de un curioso. Sin embargo, como buena actriz, la americana debería saber que el Séptimo Arte puede llegar a ser su mayor fuente de inspiración, en esta compleja tarea. El abanico de opciones es amplio: desde el voluminoso diseño de Vivienne Westwood para Carrie Bradshaw, al sencillo vestido con el que una jovencísima Claire Danes le dio el "sí, quiero" a Leonardo Di Caprio, en Romeo y Julieta.