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Después de protagonizar un intenso maratón de estilo en Europa la semana pasada, el cual incluyó un look de gala con homenaje a Diana de Gales en Londres y una curiosa conexión con Isabel II en Ámsterdam, Ivanka Trump retoma su agenda oficial en Estados Unidos. Ayer acudió a una reunión en Washington en la que derrochó sofisticación y demostró que los conjuntos de estética working también pueden ser románticos. De esta manera, recurrió a una de las prendas preferidas de royals, primeras damas y expertas en moda pero otorgó un punto de modernidad debido a los complementos que le sumó.
La hija de Donald Trump escogió un estilismo protagonizado por una de las piezas clave de la primavera: la falda midi. Ha escogido un modelo plisado de silueta evasé en tono rosa empolvado con una cinta de raso incorporada a modo de cinturón que enmarca la silueta, perteneciente a la firma Alice+Oliva y que ya ha colgado el cartel de agotada tanto en la web de la casa como en las de las diferentes plataformas multimarca. Para aportar una imagen más formal, le agrega una camisa blanca... o eso parece, porque realmente se trata de un body. Al ampliar la imagen, se puede apreciar que Ivanka opta por una original prenda con estética de blusa clásica pero que cuenta con un cierre inferior para evitar que se salga de la falda o que cree arrugas incómodas y poco estéticas.
De esta manera, se asegura de que su estilismo se mantiene exactamente como ella quiere, y rompe con el mito de que los bodies son solo para los looks de fiesta. Completa con mocasines en tono crema para obtener una mayor comodidad y añade también un bolso grande a conjunto. Curiosamente, se trata de un diseño de la propia Ivanka, ya que pertenece a su firma homónima, que cerró el pasado verano. En cuanto a las joyas, opta únicamente por unos pendientes de aro dorados, a los que cede el protagonismo gracias a su semirrecogido.
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