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En tan solo dos días, Ivanka Trump se ha superado a sí misma en el que ha sido uno de sus viajes oficiales más importantes hasta la fecha. Si durante su primera jornada en Londres la hija de Donald Trump destacó gracias al look de día que eligió para visitar a la Abadía de Westminster– una propuesta dos piezas en la que no dudó en incluir un sofisticado tocado, al más puro estilo british- en su segunda jornada en la capital inglesa, la consejera especial de la Casa Blanca deslumbró gracias a su elección de gala con la que recuperó uno de los escotes preferidos de Diana de Gales.
Con motivo de su segunda cena de gala en Londres y tras sufrir algunas críticas el día anterior por su vestido camisero de Carolina Herrera, considerado por algunos medios locales poco apropiado para un evento de noche junto a la Familia Real británica, Ivanka Trump quiso despedirse de Londres con un gran look. Mientras que Melania Trump eligió para su cena en Winfield House, la residencia del embajador americano en Londres, un llamativo vestido capa de lentejuelas, de Givenchy, que muchos compararon con un modelo que mostró Meghan Markle en su viaje a las Antípodas hace unos meses, la hija del presidente de los Estados Unidos se decantó esta vez por una elección más sobria y discreta, pero no menos sofisticada.
Con el fin de demostrar su buen gusto y para que esta vez sí hubiera unanimidad en los comentarios de su look de gala, Ivanka Trump apostó por el que fuera uno de los escotes preferidos de Diana de Gales; un diseño atemporal perfecto para acertar en cualquier evento de noche. ¿Su propuesta? Un vestido blanco largo con marcado escote asimétrico, en el que incluyó un llamativo broche y que hizo aún más sofisticado con un moño italiano con efecto messy, gracias a unos mechones suelos en la parte delantera. Y es que, en más de una ocasión, la madre de los príncipes Guillermo y Enrique deslumbró al apostar por este elegante escote que dejaba al descubierto uno de sus hombros, estilizando al máximo su silueta.
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