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Hay tres colores que Brigitte Macron repite sobre los demás: el negro, el blanco roto y el azul marino. Este último concretamente es la tonalidad que reserva para la mayoría de ocasiones vistiéndolo tanto en trajes de chaqueta y pantalón, en conjuntos informales o bien en vestidos de noche. De hecho, fue para la cena de Estado en el Palacio del Elíseo, la sede Presidencial de la República francesa de este lunes, que volvió a decantarse por el azul más oscuro de la paleta. La cena de recibimiento ofrecida al presidente de Corea del Sur Moon Jae-in y su esposa Kim Jung-sook se trataba de una importante cita, ya que era la primera vez que el presidente galo Emmanuel Macron recibía al mandatario de Corea del Sur. Por ello, la primera dama francesa fue sobre seguro optando por uno de sus colores de cabecera. Curiosamente, además, se ha decantado por este tono en sus dos actos posteriores a su encuentro con la reina Letizia el pasado 5 de octubre. ¿Habrá influido de alguna forma en sus decisiones de estilo el vestido firmado por Pedro del Hierro de Doña Letizia que dio la vuelta al mundo?
El diseño escogido por la Primera Dama llamaba la atención en la zona del talle gracias a un pequeño cinturón con cadena que marcaba su cintura. Quizás el detalle más original era el escote, ya que tenía unas aberturas o cut outs que dejaban a la vista la parte de la clavícula y que hacían contraste con las mangas cortas que cubrían los hombros. En esta ocasión la mujer de Emmanuel Macron escogió el calzado que más repiten las mujeres de la realeza, los stilettos, que quedaban a la vista gracias a la gran abertura del vestido.
Realemente este diseño azul no desentona con el actual estilo de Brigitte, quien no tiene problema en experimentar con las faldas cortas o las transparencias, opciones estilísticas que otras primeras damas no se plantean a la hora de vestir.
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Aunque es cierto que el vestidor de la esposa de Macron ha experimentado un cambio desde que llegó al Elíseo -hacia prendas más modernas y sofisticadas- sí resulta novedoso ver entre las primeras damas los cortes cut outs. Algo que nos ha hecho recordar (a pesar de no guardar similitudes) aquel Ana Locking de la reina Letizia con aberturas estratégicas que embellecían su escote repleto de perlas y que Doña Letizia coronó con la Diadema de Cartier, diseñada por la casa francesa para la reina Victoria Eugenia en el año 1907. Inspiración o casualidad, lo cierto es que no sería la primera vez en que primeras damas y mujeres de la realeza dan juego a encontrar similitudes entre sus decisiones de estilo.
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