Neelam Gill: la voz de una ‘top’

Neelam encontró la fuerza para dejar a su exnovio hace más de cinco años, pero no fue hasta hace relativamente poco cuando empezó a aceptar lo sucedido y pudo dar un giro a su vida. “Con el paso de los años me he dado cuenta de que es algo que tengo que aceptar; durante mucho tiempo arrastré un sentimiento de vergüenza y culpa”.

©Jack Grange

La modelo habla con suavidad y elocuencia, llena de empatía, y dejando claro que se esfuerza por transformar su experiencia en algo positivo; lo que quiere hacer es ayudar a otras personas en situaciones similares. Lo considera una responsabilidad personal. Por eso, está trabajando en un documental para contar su historia y espera que esto ayude a otras mujeres a encontrar el valor para alejarse de sus maltratadores o que puedan reconocer a tiempo las señales de alerta que indican un comportamiento abusivo.

Fuerza y valentía

“El hecho de que yo quisiera hablar de esto, creo que asustó a mucha gente, porque es un tema muy delicado. Pero siempre he sentido que era importante y que es una bendición para mí tener una plataforma. Así que, ¿por qué no utilizarla para algo que tenga impacto y que realmente ayude?”, asegura la modelo. Y con esta valentía, continúa su relato: “Estuve a punto de morir en mi relación. Una vez que has pasado por algo así eres muy sensible al sufrimiento de los demás. Así que mi propósito es ayudar a la gente”.

“Estuve a punto de morir en mi relación. Una vez que has pasado por algo así eres muy sensible al sufrimiento de los demás. Así que mi propósito es ayudar a la gente”

El drama volvió a llamar a su puerta cuando se enteró el año pasado de que su expareja mató a su novia y luego se suicidó. “Solo en ese momento fue cuando tuve una avalancha de apoyo, porque al principio la gente no me creyó. No sé si fue por mi trabajo y mi profesión que no podían entenderlo”.

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Cuando Neelam dejó la relación, fue su mejor amiga, Kesa, quien la ayudó a iniciar el proceso de curación. Trágicamente, Kesa falleció poco después y, aunque Neelam ni siquiera se movió del sofá durante un mes tras su muerte, fue a través del duelo cuando se dio cuenta de que necesitaba enfrentarse a sus propios problemas.

Asegura con firmeza: “La vida es corta y te puede cambiar de un día para otro. He pasado gran parte de la mía sintiéndome prisionera de mi pasado, pero he encontrado mi poder para cambiar eso y comprometerme de verdad con superar mi trauma”.

“La vida es corta” afirma neelam tras haber vivido una relación abusiva. “He pasado gran parte de la mía sintiéndome prisionera de mi pasado, pero he encontrado mi poder para cambiar eso”

La top nos cuenta que también quiere centrar sus esfuerzos en obras de caridad: “Me encanta implicarme. He tenido muchas ofertas a lo largo de los años, pero siento que muchas han sido desde una perspectiva de relaciones públicas, en la que solo quieren que vayas y te hagas una foto (para las redes sociales) o que asistas a un evento glamuroso; ese nunca ha sido mi interés”.

Una carrera meteórica

Neelam es originaria de Coventry, Inglaterra, y sus abuelos nacieron en la India y son del Punjab. Mientras crecía, veía Bollywood, más que Hollywood. “Las actrices eran como mis iconos de belleza, porque en Hollywood no veía a nadie que se pareciera a mí. Bollywood era como mi mundo de fantasía”.

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A pesar de su juventud, Neelam ha tenido una larga y destacada carrera. Fue fichada por Next Model Management a los 14 años. “Donde yo crecí, no era habitual que a la gente le hicieran scouting”, sonríe. “Mi familia y yo siempre pensamos que era un timo, nunca pensé que pudiera llegar a ser modelo”. Neelam y su madre viajaron a Londres para conocer la agencia y la contrataron en el acto. “No pensaba que el modelaje fuera a ser mi carrera. Pensé que, de vez en cuando, la agencia me enviaría algunos trabajos, pero nunca creí que me dedicaría a ello a tiempo completo”.

“Durante mucho tiempo, las modelos no tenían voz, no eran más que un escaparate”

Fue a los 18 años cuando todo cambió al recibir una llamada de Burberry. “La verdad es que al principio me negué. Pensé: no puedo permitirme el viaje y nunca me van a escoger a mí. Kate Moss y otros iconos han posado para ellos, ¿por qué me darían el trabajo?”. Finalmente, ella fue la elegida, convirtiéndose en la primera modelo de origen indio en aparecer en una campaña para la marca británica y, posteriormente, en su desfile.

“Las imágenes se publicaron unos meses más tarde. La gente se sintió conmovida al verme. Ahí comprendí la importancia de lo que significaba mi presencia en esa sesión. La gente se abría a mí y en las entrevistas me preguntaban mi opinión sobre la diversidad; lo que hacía tenía mucho peso. Aún queda mucho camino por recorrer, pero diría que el progreso que se ha hecho en la industria es enorme”.

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Otro trabajo que Neelam destaca fue su primer gran contrato con L’Oréal. Asistió a Cannes con el gigante de la belleza y conoció a grandes modelos y personalidades, como Olivier Rousteing, director creativo de Balmain. “Fue muy especial”, sonríe. “Él diseñó mi vestido a medida de la casa francesa para Cannes”.

Aunque estas experiencias la ayudaron a crecer rápidamente, ganar confianza en sí misma era algo que aún no había conseguido. “Es un viaje muy personal. La gente asume que como modelo -porque estás en el punto de mira y tu trabajo tiene que ver con tu aspecto- tienes un elevado nivel de confianza. Pero creo que es algo que llega con la edad”.

Modelo de una nueva generación

Nos cuenta que a menudo le piden consejo a través de las redes sociales. “Me parece genial, porque realmente te permite conectar con la gente y hablar de cualquier tema. Durante mucho tiempo, las modelos no tenían voz, no eran más que un escaparate. Y creo que, en cierto modo, las redes sociales han sido una bendición porque te permiten disponer de una plataforma para hablar de cualquier tema que te apasione o te preocupe”.

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Echando la vista atrás en su carrera, dice que es curioso cómo una gran parte de su vida está documentada: “Miro fotos mías y puedo recordar exactamente cada momento. Cómo me sentía, qué hice ese día… Puedes darme una foto mía en cualquier sitio y podría contártelo. Es genial, porque me transporta a ese momento”.

Entonces, ¿recuerda lo que pensó en su primera sesión? “¡Me acuerdo!”, afirma. “Mario Testino era el fotógrafo. Recuerdo estar muy presente, pensando: ‘Simplemente, disfruta de este momento’, porque sabía que, después de que él me hiciera la primera foto, mi vida cambiaría. Y es verdad, todo cambió después de eso”.

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