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Metafóricamente hablando, Ariel Winter podría hacer del ojo del huracán su segunda casa, acomodarse en él a gusto y esperar a que todo se calme a su paso. Y es que no hay aparición pública de la estrella de Modern Family que no traiga cola y que no la convierta en el foco de todas las miradas. ¿Y todo a causa de qué? Pues básicamente de las prendas que suele escoger para la ocasión, una estética que le ha granjeado duras críticas a lo largo de los años. Si existe una seña que identifique el estilo de la intérprete de Alex Dunphy, es su devoción por los vestidos más provocativos, escotados, ceñidos y hot que existen en el mercado. Un gusto personal con el que sus detractores se ensañan a través de las redes sociales. Recientemente la hemos visto en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs y éste fue el resultado.
La actriz de 19 años estuvo presente en la noche de clausura del festival de cine celebrado en California el pasado domingo, como no, acompañada por su pareja Levi Meaden. Winter participaba en un Q&A (o lo que es lo mismo, una ronda de preguntas y respuestas) junto al director Adam Rifkin tras la proyección de su nueva película The Last Movie Star. Para la ocasión, la intérprete eligió un vestido al que le costaba pasar desapercibido y que demuestra con rotundidad que el negro no tiene por qué ser anodino ni clásico. ¿Ariel nos habrá leído? Recientemente os contábamos que entre las tendencias estrella para las invitadas de 2018 se colaban los dobles escotes, es decir, vestidos de fiesta con escote en V prominente y abertura de vértigo en la falda. Sin embargo, el de Winter más que prominente era más bien plunging, un escote rematado prácticamente a la altura de la cintura. Además, su vestido se aderezaba con cordones cruzados en ambos laterales y maxi-falda hasta los pies. Completaba su look con unas sandalias de plataforma imponentes.
¡Antes muerta que sencilla! Modelitos como éste son los que tantos quebraderos de cabeza le dan a la actriz a nivel mediático. De hecho, la joven estrella ha tenido que plantar cara en numerosas ocasiones al body-shaming, afirmando por activa y por pasiva que jamás cambiaría su estética ni su provocativa forma de vestir, por mucho que suscitase opiniones negativas. Sin duda, la intérprete ha encontrado la mejor forma de responder a sus detractores y no es otra, que permaneciendo fiel a su estilo. ¡Bravo, Ariel!
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