Comportamiento

¿Qué significa la falta de higiene de tu gato?

Los gatos son animales extremadamente limpios, por eso sabemos que algo malo ocurre si el felino descuida su higiene.

Por David Navarro

Los felinos tienen muchas cualidades y sentidos: son enormemente perspicaces, ágiles e inteligentes. Pero hay una cuestión en la que no solemos reparar y que marca una de las señas de personalidad de estos animales: su limpieza. Rehusan con todas sus fuerzas a tener contacto con el agua, no la necesitan, porque son capaces de mantenerse limpios con sus propios métodos. No son nada amigos de la suciedad, y utilizan su lengua para acicalarse constantemente e, incluso, acicalan a los miembros de su familia o de su hogar.

Para los gatos la higiene es más que una seña de identidad: una necesidad irrenunciable. Por eso cuando un gato deja de atender a su limpieza podemos identificar que algo anda mal en él, bien sea un problema de salud física o algún conflicto que le genere estrés. Puede que el gato deje de lamerse para higienizarse o que simplemente empiece a realizar sus deposiciones fuera del lugar que tiene reservado hacerlo, es decir: fuera del arenero. Lo más importante a lo que debemos atender a la hora de gestionar esta situación es no añadir más estrés al animal, una muestra de desagrado por nuestra parte sería un paso muy negativo para atajar el problema, que lejos de mejorar la situación ésta se agravará. 

Si el gato hace sus necesidades donde no debe, no debemos demostrarle nuestra incomodidad reprendiendole, dándole golpes en el hocico o tratando de que se perciba que esto está mal acercándole a su excremento, estas son prácticas muy negativas. Los gatos no comprenderán nada de nuestra explicación, para ellos no existe una relación entre causa y efecto respecto a sus deposiciones, ellos no comprenden ni comprenderán que nosotros somos los dueños de la casa y que velamos por su limpieza y orden. Lo que percibirá el gato es simple y llanamente que le tratas mal, sin razón justificada o comprensible para él, y ésto generará más rechazo en él.

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Posibles causas de la falta de higiene

La primera posible cuestión por la que un gato descuidará su higiene y que incluso podrá desencadenar que haga sus necesidades en los lugares más insospechados tiene que ver con el instinto territorialista. Esto le ocurre casi en exclusiva a los gatos machos, aunque en algún caso haya ocurrido a hembras. Es una actitud de marcar terreno. Puede no estar vinculado a ningún hecho en concreto, no tiene porque ver su espacio vulnerado o en peligro por la amenaza de otro animal. Sin embargo, esto ocurre generalmente en machos no esterilizados, los que sí lo están rara vez lo hacen. Dejar de lado su higiene es una forma de pronunciar más su huella de hormonas, por eso además de las deposiciones podría dejar de lamerse.

Otro motivo psicológico tiene que ver con el estrés que le produce a los gatos verse mucho tiempo solos, sin entretenimiento. Son animales que parecieran estar programados para la acción, disfrutan mucho teniendo algo que observar y organizando sus movimientos para dar caza a todo aquello que les llame la atención a su alrededor. Cuando un gato pasa mucho tiempo en casa y no dispone de nada en lo que entretener su curiosidad puede llegar a desarrollar un peligroso estrés que le haga crear malos hábitos y dejar de lado su equilibrio emocional, y una de las pistas más claras es descuidar su higiene.

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Cuidado con la obesidad felina

Otro posible motivo para que un gato deje de asearse está relacionado con el sobrepeso. Los gatos que alcanzan un volumen por encima de lo común empiezan a tener serios problemas para moverse, se fatigan más y no logran alcanzar con su lengua para higienizar diversas partes de su cuerpo. Esto abre un círculo vicioso, por un lado el gato hace esfuerzos cada vez más pronunciados por higienizarse, pero el estrés que le produce no conseguirlo le hace desistir de limpiar zonas a las que sí llega, y poco a poco su estado físico se ve deteriorado: su pelo brilla menos y puede incluso desarrollar otros problemas de salud derivados.

Cuestión aparte son los problemas físicos de primer nivel como alergias o parásitos. En ambos casos pueden desencadenar una falta de higiene del animal. Si el gato sufre una alergia a algún químico o proteína de la casa, puede sentir más sensible la lengua o tenerla hinchada y dolorida, eso hará que su órgano principal para la higiene se vea trastocado y fuera de juego, y sin lengua el gato no podrá realizar su proceso cotidiano de limpieza. Por otro lado, cuando un gato padece de la acción de los parásitos puede tener muchos cambios de humor, sentirse más cansado, irascible o sin ánimo, por lo que a medio plazo dejará de higienizarse.

Ante cualquiera de estas posibles condiciones para que el gato desarrolle un rechazo o una carencia de higiene, lo que debemos hacer es acudir al veterinario, él podrá identificar el motivo y dar una solución concreta. En todo caso, es importante que tengamos en cuenta que tan negativa es la carencia como el exceso, existe también una dolencia en gatos denominada ‘over-grooming’ que consiste precisamente en lo contrario, en que el gato se acicala tanto que se produce ronchas y demás problemas de salud por el exceso de acicalamiento.

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