Belfast. Es la ciudad más moderna y dinámica de Irlanda del Norte, que pese a su modernización, aún conserva su identidad histórica. Fue la única urbe irlandesa que vivió la Revolución Industrial, y sus astilleros han alcanzado fama internacional, al igual que la industria del lino. Belfast prospera sin descanso: cuenta con una gran tasa de empleo, grandes inversiones y un turismo en auge. Esta ciudad invita al turista a realizar una visita cultural por el ayuntamiento Belfast City Hall, la biblioteca Linden Hall Library, el teatro Grand Opera House, la Catedral de Santa Ana, de estilo románico; el Castillo de Belfast o el Museo del Ulster.
Dublín. No son pocos los que han encontrado motivos de sobra a lo largo de la Historia para gritar de viva voz las maravillas de la capital de Irlanda, sus gentes, sus pubs, sus costumbres, sus restaurantes, sus tiendas y, cómo no, su excelencia literaria que se respira en cada esquina. Escritores como James Joyce, Oscar Wilde o Samuel Beckett, por nombrar sólo algunos de sus hijos, han hecho de Dublín una ciudad eternamente actual a través de sus obras, su legado y su propia vida.
La Ryder Cup, reclamo turístico Y por si fuera poco, en el mes septiembre Irlanda contará con un atractivo añadido, sobre todo para los aficionados al deporte: del 22 al 24 de septiembre de 2006 se celebrará la 36ª edición de la Ryder Cup, la competición de más alto nivel del mundo del golf. Con una larga tradición golfista y con más de 440 campos en los que practicar este deporte, Irlanda se ha convertido en destino habitual para todos los apasionados del swing, que ahora ya tienen la excusa perfecta para disfrutar de un país.
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