A veces pensamos que para mejorar nuestro bienestar necesitamos grandes cambios, cuando en realidad las pequeñas prácticas diarias tienen un efecto profundo. Vivir plenamente el presente y ser conscientes de nuestros deseos puede ser la clave para sentirnos más tranquilos, felices y en armonía con nosotros mismos.
Cuando hablamos de vivir el momento presente y de la visualización, sabemos que manifestar lo que realmente deseamos nos ayuda a acercarnos a esos sueños, pero debemos ser conscientes de que también tiene múltiples beneficios para nuestra salud y nuestro estado de ánimo.
Al realizar esta práctica, activamos el sistema nervioso parasimpático, lo que reduce nuestros niveles de cortisol, ayudando a combatir el estrés y la inflamación crónica. Además, la manifestación provoca emociones genuinas y positivas, estimulando la producción de dopamina, serotonina y oxitocina, unas hormonas clave para cuestiones tan importantes como el buen descanso o la sensación de bienestar.




