¿Es posible tener ansiedad y depresión al mismo tiempo?

Hablamos con una psicóloga sobre el estrecho vínculo entre estos dos problemas de salud mental

Por Pilar Hernán

Cuando una persona padece síntomas compatibles tanto con la depresión como con la ansiedad nos planteamos si se pueden sufrir los dos problemas de salud mental al mismo tiempo. Rebeca Cáceres Alfonso, doctora en Psicología y psicóloga sanitaria, directora de Tribeca Psicólogos, nos confirma que sí es posible. “Se llama trastorno mixto ansioso depresivo. Sin embargo, esto no es una categoría diagnóstica propia de los manuales de clasificación (DSM5-CIE11) que utilizamos psicólogos y psiquiatras para establecer diagnósticos. Un trastorno ansioso depresivo se caracteriza por la combinación de síntomas propios de la depresión y de la ansiedad. Sin embargo, los síntomas que presenta la persona no son suficientes ni tienen la intensidad necesaria como para diagnosticar depresión o ansiedad por separado”, nos explica.

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¿Qué síntomas comparte el trastorno mixto ansioso depresivo?

Tal y como nos detalla la psicóloga, los elementos que comparten la depresión y la ansiedad son el estado de ánimo negativo, el dolor emocional y la irritabilidad, entre otros. “Sin embargo, el bajo afecto positivo en la depresión generará anhedonia o astenia y en la ansiedad producirá hiperactivación”, añade la experta, que resume cuáles son los síntomas principales en este tipo de trastorno son los siguientes:

  • Encontrarse irritable con frecuencia.
  • Tener una preocupación constante e intensa sin motivos reales aparentes.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Tener problemas relacionados con el sueño.
  • Experimentar cansancio y fatiga.
  • Tener pensamientos obsesivos negativos casi todo el día.
  • Tener ganas de llorar.
  • Sentimientos de inutilidad y baja autoestima.
  • Preocupación excesiva por lo que va a ocurrir en el futuro.
  • Estado de alerta y nerviosismo constante.

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Pasos para confirmar el diagnóstico

Para llegar al diagnóstico de un trastorno combinado de ansiedad y depresión, la directora de Tribeca Psicólogos nos detalla que es fundamental hacer una anamnesis del caso y utilizar los manuales diagnósticos (DSM5-CIE11) que se utilizan en psiquiatría y psicología. “Hay veces que este trastorno se diagnostica como depresión con rasgos ansiosos o a la inversa, ansiedad con rasgos depresivos”, explica.

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Cómo actuar ante este problema de salud mental

¿Qué recomendaciones daría la psicóloga a una persona que está teniendo estos síntomas o que está experimentando este proceso? Lo principal, en opinión de Rebeca Cáceres, es que acuda a un profesional de salud mental, psicólogos y psiquiatras. “De acuerdo a lo que valore el profesional deberá seguir una terapia farmacológica combinada con psicoterapia o psicoterapia”, nos cuenta. ¿El tratamiento difiere en cuestión de si es solo ansiedad, solo depresión o ambos problemas a la vez? “Cuando se habla de terapia farmacológica, los tratamientos suelen ir encaminados en función de los síntomas que presente la persona y el diagnóstico. De cualquier modo, hay que hacer una buena anamnesis para poder llegar a las conclusiones adecuadas y pautar el tratamiento correspondiente. Por otro lado, en psicoterapia habrá una primera fase que corresponde a la regulación de los síntomas presentados por la persona y después se atenderán los motivos reales o el problema que lleva a la persona a sentirse así”, matiza la psicóloga.

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Personas con más riesgo de padecer ansiedad y depresión a la vez

¿Hay personas que tienen mayor riesgo de desarrollar un trastorno mixto ansioso depresivo? “Las causas que pueden llevar a una persona a tener un trastorno mixto ansioso depresivo pueden deberse a factores ambientales, biológicos, psicológicos o una combinación de ellos”, comenta la psicóloga, que nos explica que hay personas que pueden estar más predispuestas a presentar problemas de este tipo por personalidad, visión del mundo, causas hormonales o tener familiares con problemas parecidos. “De cualquier modo, estar predispuesto no quiere decir que tengas que desarrollar este tipo de problemas. A la inversa también ocurre. Es decir, no estar predispuesto tampoco te libera de este tipo de problemas”, puntualiza.