La susceptibilidad, la falta de confianza a la hora de emprender, una excesiva autoexigencia, ansiedad a la hora de dar una opinión o expresar un derecho, dificultad para decir no o poner límites… Todas estas señales, en opinión de la psicóloga Laura Palomares, de Avance Psicólogos, nos pueden indicar que una persona puede padecer baja autoestima. “A veces esto va acompañado de una postura corporal retraída, un bajo tono de voz y, en otras ocasiones, una excesiva necesidad de aparentar seguridad, de manera que la persona con baja autoestima puede resultar seria o demasiado confrontativa como mecanismo de compensación”, nos cuenta la especialista, a la que le hemos querido preguntar por los que considera que serían los puntos débiles de una persona con baja autoestima, y nos los resume en los siguientes:
-La persona con baja autoestima sufre mucho ante el posible rechazo de los demás o si no siente su aprobación. Esto puede afectar seriamente en su día a día, tratando de complacer a otros sin pensar en ella misma.
-La ansiedad, un bajo estado de ánimo y miedos relacionados con dar la talla pueden aparecer y limitar su bienestar.
-La evitación, el miedo a tomar decisiones ante el temor de cometer errores puede hacerles dubitativos y procrastinadores.
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Cómo mejorar esos puntos débiles
Cuando localizamos el problema, y somos conscientes de que tenemos que afrontar este problema, nos toca encontrar las estrategias que tenemos a nuestro alcance para tratar de mejorar precisamente esos puntos débiles que pueden afectarnos en nuestro día a día. En opinión de la experta, podemos recurrir a los siguientes:
-Tratar de realizar actividades desde la autonomía.
-Practicar la asertividad, atender al disfrute y no tanto al rendimiento a la hora de hacer.
-Permitirnos cometer errores con la intención de aprender de ellos cuando se den.
-Entender que la propia valía no depende de la opinión de otros o de si nos equivocamos es fundamental.
-La confianza en uno mismo se relaciona con la coherencia entre ser leal a nuestras necesidades y atenderlas, sin entender con ello que seamos egoístas o que nuestros derechos puedan molestar.
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Aprender de los puntos débiles
¿Se puede aprender de esos puntos débiles y trabajar para superarlos? La experta lo tiene claro: “¡Sí! Se puede emprender un camino hacia la superación de nuestras inseguridades. Para ello es importante aprender a escucharnos, identificar nuestras emociones para entender nuestras reacciones en un momento dado, y poner en marcha las estrategias descritas para avanzar en ello”, nos cuenta.
Eso sí, no es una labor sencilla: “No siempre es fácil, bien porque nos faltan recursos, bien porque hay aspectos que no podemos ver desde fuera. Es por eso que la terapia psicológica será el mejor apoyo. En ella se nos darán las herramientas necesarias para mejorar la autoestima junto al apoyo del profesional adecuado. Además, el auto-conocimiento es uno de los objetivos fundamentales de una terapia y la base para confiar en uno mismo sin juzgarnos”, concluye recomendando la especialista.
