¿En qué casos está indicado el trasplante de médula, como el que necesita Sergio Peris-Mencheta?

El actor ha comunicado que se encuentra en tratamiento de quimioterapia, y que posteriormente también se someterá a un trasplante de médula, un procedimiento para tratar enfermedades hematológicas

Por Pilar Hernán

“Estoy en pleno proceso de quimio y un posterior transplante de médula". Con estas palabras comunicaba a sus seguidores el actor Sergio Peris-Mencheta -a través de un mensaje en sus redes sociales-, esta importante noticia sobre su estado de salud. Sin duda, atraviesa un bache importante que le ha llevado a vivir una situación complicada frente a la que se encuentra batallando en estos momentos.

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Qué es el trasplante de médula

El trasplante de médula ósea es la gran esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. A grandes rasgos, consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante. El problema es que 3 de cada 4 pacientes no tendrá un familiar compatible. “El trasplante de médula puede ser la única opción curativa para muchas enfermedades hematológicas. Y solamente disponemos de donantes familiares en un 25% de los casos, con lo cual, para el 75% restante hay que buscar un donante no familiar. El donante ideal es el donante familiar, pero tiene que ser idéntico en lo que llamamos HLA, que es una compatibilidad de tipo inmunitario. Y cuando no existe esa igualdad, esa identidad HLA, hay que buscar otro tipo de donante alternativo, no familiar, y ahí es donde el papel del registro de donantes altruistas es fundamental”, nos detalla la doctora Lola Hernández, hematóloga responsable del Plan Nacional de Médula Ósea de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

“Es importante esforzarse continuamente por mejorar la terapia para hacerla más segura y eficaz incorporando nuevas investigaciones y otros avances prometedores", apuntaba William Hogan, licenciado en medicina y cirugía y director del Programa de Trasplantes de Sangre y Médula Ósea de Mayo Clinic en Minnesota. "Fue gracias a las importantes contribuciones de muchos pacientes, personal de enfermería, investigadores y proveedores durante muchas décadas que los trasplantes de sangre y médula ósea se han convertido en un tratamiento eficaz para tantas personas", explica el experto. "Es asombroso reflexionar sobre la repercusión de esta terapia en tantos pacientes durante los últimos 60 años. Esperamos una época de innovación rápida y proporcionar terapias aún mejores centradas en el paciente para una serie de enfermedades devastadoras".

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¿Qué enfermedades pueden requerir un trasplante de médula?

Tal y como explican desde Mayo Clinic, el trasplante de sangre y médula ósea infunde en el cuerpo células madre sanas formadoras de sangre para reemplazar la médula ósea que tiene un defecto o una malignidad subyacente, que hace que esta no pueda funcionar de forma correcta. Es, por lo tanto, una de las primeras formas de medicina regenerativa. Las células madre pueden proceder de las propias células de la persona, lo que se conoce como trasplante autólogo, y es una estrategia eficaz para muchos cánceres de la sangre, como el linfoma y el mieloma múltiple. Sin embargo, si la médula ósea ya está comprometida por ciertos tipos de cáncer o si está fallando por otras razones, entonces puede ser más apropiado realizar un trasplante de un donante llamado alogénico. Los donantes totalmente compatibles, como un hermano gemelo, eran inicialmente la opción más segura. Pero gracias a los recientes avances, a menudo se consideran donantes menos compatibles, como los familiares con media compatibilidad.

"El trasplante alogénico está indicado en una serie de enfermedades hematológicas. Las indicaciones más frecuentes son las leucemias agudas, tanto las leucemias mieloides como las leucemias linfoblásticas. Otra indicación frecuente de trasplante alogénico son los síndromes mielodisplásicos (enfermedades malignas de la médula ósea en la que ésta no es capaz de producir en suficientes cantidades glóbulos rojos, blancos y plaquetas). Los síndromes mieloproliferativos crónicos también constituyen una indicación de trasplante alogénico (se trata de un conjunto de enfermedades de la célula madre hematopoyética en la que se producen más glóbulos blancos, glóbulos rojos, plaquetas de lo normal y que, en fases evolucionadas, pueden transformarse en leucemias agudas). Esta última indicación es mucho menos frecuente", nos detalla la doctora Anna Sureda, jefe de Servicio de Hematología Clínica del Institut Català d'Oncologia-Hospitalet (Barcelona), Responsable del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Quirón Dexeus de Barcelona y miembro de TopDoctors.

“Hoy en día, hay una gran variedad de enfermedades en las que se pueden hacer trasplantes, pero digamos que las más conocidas son las leucemias. Ahí los resultados de supervivencia han mejorado muchísimo gracias al trasplante, tanto en niños como en adultos. Hay muchos tipos de leucemia, y no tiene nada que ver la del adulto con la pediátrica, y dentro de la pediátrica, hay varios subtipos. Por eso es mucho más complejo de lo que parece, y aunque todos se lleven a trasplante, los trasplantes no son iguales. Lo que sí que se hace igual es la infusión de células”, nos cuenta por su parte la doctora Hernández. Y es que, tal y como nos confirma, existen alternativas de tratamiento, pero todavía, el trasplante sigue siendo primera línea de tratamiento como opción curativa para enfermedades como la leucemia o el síndrome mielodisplásico. “Si un trasplante está indicado es porque esa es la mejor opción de tratamiento para ese paciente”, concluye la doctora Juliana Villa, directora adjunta del Registro de Donantes de Médula Ósea, gestionado por la Fundación Josep Carreras.