Hipotiroidismo de la A a la Z: una paciente cuenta todo lo que debemos saber sobre esta enfermedad

Montse Reus, diagnosticada a los 25 años, nos habla de la influencia de adaptar nuestros hábitos para tratar de controlar la enfermedad, destacando el papel de la alimentación

Por Pilar Hernán

¿Sabías que el hipotiroidismo afecta a un 9,1% de la población española, lo que supone unos tres millones de personas? Sin embargo, en muchos aspectos sigue tratándose de una enfermedad silenciosa y silenciada. Por eso, hay que poner sobre la mesa las cifras:

  • Por cada hombre que sufre esta enfermedad, lo sufren 22 mujeres.
  • En más del 90% de los casos se trata de una enfermedad autoinmune conocida como tiroiditis de Hashimoto.
  • Cerca del 50% de los casos son identificados por un hallazgo casual.

Todo ello lo sabe muy bien Montse Reus, una paciente diagnosticada a los 25 años, que no ha dejado de informarse y formarse sobre esta dolencia, hasta el punto de lograr controlarla, gracias a su Método Reshape Hipotiroidismo, un  curso online para pacientes hipotiroideos con el que ha ayudado ya a más de 3.000 personas. La dietista nutricionista ha publicado incluso su primer libro Cómo vencí mi hipotiroidismo de la A a la Z. Veinte años de lecciones aprendidas por una paciente convertida en sanitaria. Hemos tenido la ocasión de hablar con ella sobre cómo ha afrontado su problema de salud para ganar calidad de vida arrinconando los síntomas de la enfermedad.

Lee también: Resolvemos todas tus dudas sobre el hipotiroidismo

Se habla del hipotiroidismo como una enfermedad silenciosa y silenciada, ¿por qué cree que esto es así?

Es silenciosa porque tiene un proceso insidioso, empieza poco a poco, casi sin darte cuenta y va progresando. No es algo traumático de un día para otro. La mayoría de las personas se dan cuenta que lo sufren porque tienen problemas para perder peso, aunque hagan dieta, un estado anímico bajo (muchas depresiones son problemas de tiroides), caída del cabello, alteraciones de la regla, infertilidad de origen desconocido, anemia, insomnio, dolores, problemas digestivos y sobre todo cansancio. Existen más de 100 signos y síntomas.

Y es silenciada, porqué cuando acudes al médico explicando que te notas diferente y con una mezcla de síntomas suelen decirte que “todo es normal y que será por el momento vital que estás viviendo”. De media, el diagnóstico suele tardar más de 10 años en llegar.

Sin embargo, la padece cerca de un 10% de la población española, ¿por qué piensa que se produce este infra diagnóstico?

Más de la mitad de las personas que lo sufre no están diagnosticadas. La razón es doble, por un lado, los síntomas son poco concretos y pueden confundirse con otras enfermedades, por ejemplo, con la fibromialgia y la fatiga crónica que en su gran mayoría son problemas de tiroides mal diagnosticados. O muchas de las infertilidades de origen desconocido.

Por otro lado, los valores de referencia de las analíticas en sangre no están actualizados y son incompletos. Se suele mirar solo dos valores (TSH y T4) que no son representativos de lo que en realidad está ocurriendo en los tejidos y órganos de la persona. Se tendrían que mirar más valores (T3L, anticuerpos anti-TPO, anticuerpos anti-TG) y hacer una ecografía de la tiroides.

En especial, la persona debe estar muy atenta cuando te dicen que es hipotiroidismo subclínico. En estos casos, se debe pedir una segunda opinión médica de alguien más actualizado. Subclínico no existe. Cuando los valores analíticos están alterados, la persona ya tiene síntomas (otra cosa es que muchas veces no se hace una anamnesis completa, es decir, una búsqueda exhaustiva de signos y síntomas).

Lee también: Estos son los síntomas que te avisan de que tu tiroides no funciona bien

¿Cómo se manifestó en su caso? ¿cómo fue su primera toma de contacto con la enfermedad?

En mi caso, empezó por una sensación de ahogo, fui al médico especialista (neumólogo) y al verme el cuello grueso me preguntó si había antecedentes de problemas de tiroides (los tenía por parte de madre) y me pidió analíticas derivándome a endocrinología. Mis valores estaban muy alterados, tanto que eran varias veces superiores al máximo, me asusté y fui corriendo a la visita con la endocrina.

La endocrina me dijo que no había ningún problema, que era una enfermedad fácil, con tomarse una pastilla para toda la vida era suficiente. Yo tenía solo 25 años y pregunté qué más podía hacer. Me respondieron que no podía hacer nada más que tomarme la medicación. También me aclaró que era Tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune. Más del 90% de los casos de hipotiroidismo en España tienen esta causa. Es crucial entender que, en estos casos, el problema no está en la glándula, sino en el sistema inmunitario alterado. Hoy afecta a tu tiroides, pero mañana puede ser otra parte del cuerpo.

Así que empecé a investigar. En aquella época vivía en Londres y empecé a leer información en inglés y me di cuenta de que existían médicos anglosajones diagnosticados con este tipo de enfermedades autoinmunes que habían hecho cambios en su estilo de vida (sobre todo en la alimentación) y que habían conseguido remitir sus propios diagnósticos. Remitir significa vivir sin síntomas.

¿Que supuso para usted el diagnóstico?

Para mi supuso una frustración muy grande, en especial, porqué a raíz de no tener mis valores hormonales de tiroides bien regulados no pude quedarme embarazada. Ahora con el tiempo y el conocimiento me doy cuenta de que, si las personas que me atendieron durante los seis tratamientos de fertilidad por los que pasé, me hubieran revisado más parámetros y más a fondo, habrían visto que no estaba optimizada de la tiroides y por eso no lo conseguía.

Esta es la razón por la que soy muy feliz cuando puedo divulgar a todas las mujeres con problemas de fertilidad de origen desconocido que deben revisarse a fondo la tiroides (y no vale con mirar solo los dos valores analíticos habituales que te piden en las clínicas).

Habla de un sentimiento de incomprensión y frustración, ¿por qué cree que suceden estas situaciones?

Suceden porque muchas veces no se entiende el sufrimiento de la paciente. Hablo en femenino porque es una alteración de salud que afecta mucho más a las mujeres que a los hombres. Y, en la mayoría de los casos, se da la culpa al momento vital que esté pasando la mujer (primera regla, embarazo, postparto, crianza, menopausia, etc.) que son momentos de gran alteración hormonal y cuando precisamente también se suelen agravar o aparecer los problemas de tiroides.

La persona se siente cansada, con sobrepeso, anímicamente baja, con dolores, problemas digestivos, y lo único que le suelen decir es que es por estrés.

Lee también: ¿Cómo es la dieta que ayuda a aliviar los síntomas de las enfermedades autoinmunes?

¿Cómo es el día a día de un paciente con hipotiroidismo?

El primer gran grupo de problemas son los relacionados con el sobrepeso y la obesidad. Suele costar mucho perder peso, se recupera con facilidad y ponerse a dieta baja en calorías contribuye a generar más hipotiroidismo, con lo que la persona sufre un efecto rebote peor que antes al dejarla. Me gustaría recalcar que no se debe hacer dieta baja en calorías cuando tienes hipotiroidismo.

El segundo gran grupo de problemas tiene que ver con las alteraciones intestinales (ardores, problemas digestivos, intolerancias, colon irritable) resultado de la autoinmunidad que es la causa raíz del hipotiroidismo.

El tercer gran grupo de problemas tiene que ver con el estado anímico bajo (depresiones que son en realidad problemas de tiroides no diagnosticados), ansiedad, problemas para dormir, de memoria, de concentración y la fatiga (el cansancio que no se recupera descansando).

En general, la sensación es de no poder con tu vida, de tener altibajos emocionales y cargar con un cuerpo pesado y que no responde.

El hipotiroidismo, bien controlado, ¿permite llevar una buena calidad de vida al paciente?

Sí, este es el mensaje más importante que me gustaría compartir. Se puede remitir (vivir sin síntomas) e incluso estar mejor que antes. Para conseguirlo se deben realizar cambios en el estilo de vida (alimentación, descanso, ejercicio y gestión emocional) y tomar la medicación ajustada a las necesidades de cada paciente.

Lee también: 6 de los 10 riesgos más perjudiciales para la salud están relacionados con la dieta, ¿cuáles son?

¿Qué le recomendaría a una persona que acaba de ser diagnosticada?

Le diría que es una oportunidad. Lo bueno de esta condición de salud es que si haces cambios en tu estilo de vida consigues resultados sorprendentes y muchas veces en pocos meses.

¿Cuáles son las claves para tratar de minimizar los síntomas de la enfermedad?

En primer lugar, ser consciente de qué es lo que está desajustado en tu vida. Quizás sea una época de mucho carga laboral o familiar, sumado con poca actividad física y alimentación poco saludable. Si, además, se está frente a pantallas hasta tarde, no se duerme bien, durante el día no se expone a la luz del sol y tiene poca calidad de relaciones personales, suele ser una mezcla explosiva bastante habitual. Otras personas suelen terminar detonando esta enfermedad después de periodos de estrés postraumático, y se calcula que una tercera parte de las mujeres que tienen hijos pasará por una Tiroiditis post parto.

¿La dieta juega un papel fundamental?

Sí, las pautas de alimentación son cruciales para dejar de echar “gasolina al fuego” de la autoinmunidad. Pero ponerse a dieta restrictiva no servirá de nada, de hecho, las dietas bajas en calorías son nocivas para las personas con hipotiroidismo porque les generan mayor efecto rebote.

La clave está en incorporar pautas de alimentación saludables y adecuadas para el hipotiroidismo que se puedan sostener durante toda la vida. Y esto pasa, entre otros aspectos, por eliminar los alimentos pro-inflamatorios (azúcares refinados, harinas, grasas refinadas…).

Lee también: La razón de peso que te convencerá para seguir una dieta que evite la inflamación

¿Puede ayudarnos lo que comemos a mejorar la sintomatología e incluso, a lograr la remisión de este problema de salud en algunos casos?

Sí, puede ayudarnos y mucho. Llevar una alimentación de tipo ancestral, es decir, basada en comida de verdad (carnes, pescados, huevos, verduras de temporada, frutas, frutos secos) evitando los procesados y en especial gluten y lácteos. Estas pautas junto a gestión del estrés, ejercicio físico de fuerza y una adecuada suplementación (sobre todo con vitamina D), suelen ayudar a mejorar mucho la sintomatología.

¿A quién va destinado sobre todo su libro Cómo vencí mi hipotiroidismo de la A a la Z ?

Está escrito pensando tanto en la paciente que le acaban de diagnosticar, como en la que lleva años con el diagnóstico y se encuentra mal. En él encontrarán comprensión y estrategia para mejorar. Estoy muy contenta de que más de 5.000 personas lo hayan leído ya. Y de los comentarios de las personas que emocionadas por fin encuentran una explicación a todo lo que están padeciendo.