¿Cómo debe ser la dieta de un paciente con enfermedad de Crohn?

Hay que hacer algunos cambios y conviene, por ejemplo, retirar alimentos que tengan efecto inflamatorio en la mucosa del aparato digestivo

Por Pilar Hernán

Cómo controlar la dieta una vez confirmado el diagnóstico de enfermedad de Crohn es una de las grandes preocupaciones de los pacientes que deben afrontar el día a día con esta enfermedad del aparato digestivo de origen autoinmune, que puede afectar a todo el aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. “El sistema inmune reconoce como extraña a la mucosa del aparato digestivo y la ataca, generando una inflamación que puede ser importante, llegando a la destrucción de la mucosa y la pared del aparato digestivo. Cursa con dolor abdominal, diarrea profusa con sangre y, a veces, moco y pus. También puede dar fiebre, muchos gases, distensión abdominal y mal estado general”, nos detalla el doctor Domingo Carrera, médico especialista en Nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas sobre dicho problema de salud.

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¿La alimentación debe cambiar?

La dieta se convierte en un factor determinante para estos pacientes. “Se debe tener en cuenta que la alimentación debe cambiar, ya que, inicialmente, hay que retirar de la alimentación alimentos que tengan efecto inflamatorio en la mucosa, como el gluten, la lactosa, la grasa saturada, los azúcares refinados, los alimentos ultraprocesados, el alcohol y los picantes”, nos cuenta el doctor, que hace referencia, además, a que cuando hay un brote con diarrea hay que retirar bastante la fibra y dar una alimentación astringente, a veces en forma de purés y cremas. “Como la diarrea puede provocar anemia por sangrado y déficit de absorción de hierro y vitamina B12, hay que consumir alimentos que aporten estos nutrientes y también dar suplementos. Como la afectación en el intestino provoca una disbiosis intestinal, los pacientes se benefician de una dieta baja en FODMAPS (oligofructosa y derivados)”, sugiere.

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¿Cómo debe adaptar la dieta un paciente diagnosticado con esta patología?

El especialista incide, por lo tanto, en que suele ser recomendable retirar gluten, lactosa y grasas saturadas y nos da alguna pauta concreta. “Debe tomar una dieta baja en FODMAPS durante 3 a 6 meses, para luego ir reintroduciendo la fructosa poco a poco, pero no abusar de frutas y verduras con alto contenido en fructosa de por vida. Debe retirar alcohol, picantes y alimentos ultraprocesados de por vida. Cuando tiene un brote, casi eliminar frutas, verduras y legumbres y tomar más arroz y patata cocida, membrillo, té y, también, hidratarse mucho mientras dure la diarrea”, comenta.

Alimentos que empeoran los síntomas

Le preguntamos al doctor que nos detalle cuáles son los alimentos que pueden empeorar los síntomas y que, por lo tanto, se deben evitar. “Pueden empeorar la sintomatología las grasas saturadas (lácteos enteros, carne de vaca, cordero y cerdo, embutidos, fast food, bollería industrial y dulces en general, además de empanados y rebozados), el gluten (se pueden tomar carbohidratos sin gluten), la lactosa (retirar lácteos o tomarlos desnatados y sin lactosa, además de retirar nata, mantequilla y helados). Eliminar los picantes y no exceder los ácidos”, nos explica.

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Alimentos saludables que deben incluir en su dieta

¿Y cuáles son los productos que no deberían faltar en la despensa de un paciente con enfermedad de Crohn? En opinión del doctor Carrera, en la cesta de la compra debería haber hueco para los frutos rojos (moras, arándanos, frambuesas, fresas), papaya, coco, aguacate, espinacas, alcachofas, acelgas, champiñones, judías verdes, setas, calabacín, aceite de oliva virgen extra, salmón y, en general, pescados azules, almendras y nueces, arroz, pollo, pavo, patata cocida, y huevo, pero no frito. Se pueden tomar con moderación las naranjas, el tomate, el kiwi, la zanahoria, la berenjena, los espárragos y el plátano, así como lentejas y guisantes. Tampoco deben faltar el jengibre y la cúrcuma.

Y es que la dieta puede ayudarnos, como hemos comentado, a prevenir los brotes de la enfermedad. “Puede ayudarnos el hacer una dieta antiinflamatoria y baja en FODMAPS, ya que reduce la inflamación y puede hacer desaparecer la disbiosis intestinal o desequilibrio de la flora bacteriana, que contribuye al proceso inflamatorio. En este sentido también nos ayudaría tomar probióticos, L-Glutamina, xiloglucano y cúrcuma de alta concentración”, concluye.