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No siempre somos conscientes de cómo condicionamos nuestra vida, el presente y el futuro, según si somos optimistas o pesimistas. Si intentamos ver el lado más positivo de las cosas o si, por el contrario, anticipamos las desgracias y nos preocupamos, cuando lo que deberíamos hacer es ocuparnos. Incluso algunas veces ni siquiera nosotras mismas somos conscientes de si nuestra personalidad nos hace vivir la vida con optimismo o si somos más bien 'cenizas', por ello, test de personalidad como estos, te ayudan a conocerte mejor. Vivir pensando que siempre va a pasar algo malo no es vida, porque te pierdes cosas maravillosas, pero ser una 'happy flower', tampoco es recomendable, puesto que no ser realista te puede llevar a sufrir más de un desengaño. Responde a estas preguntas y averígualo.
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Cambia los pensamientos negativos por positivos
Los pensamientos pueden intoxicar nuestra mente y hacer que nos preocupemos más por lo que va a suceder. Tal como nos explica la psicóloga Paz de Roda, directora de la Clínica Paz de Roda, en Madrid, pensar siempre de forma negativa puede desencadenar emociones dañinas, conductas inadecuadas, problemas para relacionarnos con los demás, irritabilidad... Incluso pueden ocasionar trastornos de ansiedad o depresión. Por tanto, lo primero es tratar de cambiar estos pensamientos. Por ejemplo:
Claves para desechar los pensamientos dañinos:
Pensamiento equivocado:
- Los demás siempre alcanzarán sus metas antes que yo
- He de intentar adaptarme a los demás o voy a perderles
- Debo acatar los puntos de vista de los demás
- Mi pareja se enamorará de otra persona mejor que yo
Pensamiento acertado:
- Con esfuerzo, valor y asignándome metas asequibles alcanzaré mis proyectos
- No siempre compartiré los deseos de los que me rodean. Si algo no me produce buenas sensaciones y me hace infeliz simplemente debo decir no.
- Los demás no siempre tienen razón. Puedo no compartir sus opiniones y debo exponer mi punto de vista.
- Mi pareja me quiere y quiere estar conmigo. Si se enamora de otra persona, ella se lo pierde.
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¿Qué más puedes hacer para vivir con más optimismo?
- Vive tu vida: y debes hacerlo convencida de que es la más apasionante aventura que has emprendido. Asimismo, debes aprender a tratarte con ternura, al igual que debes tratar con comprensión a los demás. Lo más importante para conseguir un proyecto de vida coherente y satisfactorio es ser realista, aceptar y amar lo que se tiene y ser una persona comprometida.
- Se responsable de tus actos: hazte cargo de ti mismo y trata de convertirte en una persona disciplinada, educada para la privación cuando sea necesaria y el esfuerzo. No pierdas de forma absurda tiempo y energías manteniendo una actitud pesimista, derrotista y negativa ante la vida. Los sentimientos de indefensión, inferioridad o culpa solo te harán más infeliz. Habla de ellos para superarlos y
- No busques continuamente la aprobación de los demás: estar pendiente de qué dirán o de si los demás te aceptan tal como eres o lo que haces y buscar febrilmente ser el mejor en todo, sólo se convertirá en un obstáculo para saber vivir y vivir feliz. Tal como afirma Douglas Mallock: “Si no puedes ser pino en la cima de la colina, sé hierba en el valle, pero sé la mejor hierba junto al torrente...”
- Huye de las personas tóxicas o aprende de ellas: Intenta no estar disponible para las neurosis de quiénes pretenden hacerte sentir culpable y despreciable. Lo inteligente y práctico es ignorar a quiénes buscan tu desgracia. De este modo, su conducta negativa se extinguirá. Igualmente, debes aprender de ellos para edificar un conducta mejor.
- Pon amor donde no lo hay: el amor es el arma más poderosa y eficiente de cuántas hay. Es el único sentimiento que proporciona verdadera alegría y felicidad y te ayudará a vivir con más optimismo.
- Acéptate y acepta a los demás: esta es la primera ley del crecimiento personal y condición para la felicidad. Acepta la realidad de las cosas y no sufras inútilmente por lo que podría haber sido.
- Huye de la ira, el odio y la venganza: son reacciones aprendidas ante la frustración y provienen del deseo de que todo lo que nos rodea se amolde a nuestros deseos. Elegir el odio o la venganza es labrarse la propia desgracia y destrucción.
- Cuida tu vida social: La vida social es necesaria para compartir experiencias, miedos, ilusiones, éxitos, fracasos y para relativizar la existencia.
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