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Según los entrenadores de Infinit Fitness hay dos momentos del día especialmente idóneos para realizar ejercicio: a primera hora de la mañana, para comenzar el día con un chute de motivación; o al final de la jornada laboral, como terapia antiestrés para poner fin a nuestro día y llegar a casa más relajados.
Sin embargo, muchas personas también suelen aprovechar la pausa del mediodía para ir al gimnasio o salir a correr. Si este es tu caso, ¡enhorabuena!, algunos estudios remarcan los beneficios físicos, emocionales y hasta laborales que supone aprovechar la pausa de la comida para oxigenar nuestro cuerpo.
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Ahora bien, cuidado con descuidar la alimentación postentreno y matar el hambre con algo rápido, pero poco nutritivo; ya que puede ser peor el remedio que la enfermedad, y crearnos déficits de vitaminas, minerales, etcétera. Lo mejor siempre es seguir el consejo de los expertos sobre cómo mantener una correcta hidratación y una alimentación rica y variada, a pesar de que las prisas nos obliguen a comer de 'tupper' todos los días.
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Vamos a dar respuesta, por tanto, a la pregunta del millón: ¿cómo conseguir que la comida post entrenamiento sea de calidad, nutritiva y nos permita llegar a tiempo a nuestro puesto de trabajo?
"Ante de nada, debemos comprender qué pasa cuando terminamos de entrenar. Durante el entrenamiento nuestro organismo consume energía, quema calorías o, lo que es lo mismo, consume grasa y glucógeno. El glucógeno es una fuente de energía que se almacena en el tejido muscular (también en el hígado) y que tiene una importancia vital en la fase de adelgazamiento ya que, una vez consumido (lo ideal para conseguirlo es el trabajo con pesas, gomas o cualquier actividad que implique una carga muscular), el cuerpo empieza a quemar grasa como fuente de energía. El cuerpo también entra en proceso de catabolismo: una vez que finalizamos el entrenamiento el cuerpo está destruyendo proteínas para empezar a recuperarse. Por ello es importante dotarle de alimentos correctos para que este proceso sea lo más satisfactorio posible y, al día siguiente, nuestro organismo esté 100% recuperado", explican.
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Por tanto, podemos concluir que nuestro objetivo con la comida post-entrenamiento va a ser: recuperar las reservas de glucógeno, optimizar la síntesis proteica y ayudar al cuerpo a 'cargar' energía. Lógicamente será mejor si comemos de forma relajada y dedicamos el tiempo suficiente a pensar un menú completo, pero, en caso de que tras el entrenamiento tengamos que volver a la oficina, podemos optar por alguna de estas ideas rápidas, pero nutritivas, que nos recomiendan los expertos de Infinit Fitness.
- Ensalada de pasta con atún, maíz, queso fresco y aceitunas negras. "La pasta nos ayudará a recuperar glucógeno y nos aportará energía para continuar con nuestro día. El atún es una fuente de proteínas y por lo tanto es ideal para reparar el tejido muscular. El queso fresco es una excelente fuente de calcio; y la aceituna tiene poquísimas calorías y le aportará sabor a nuestro plato. Si, además, podemos aderezarlo con aceite de oliva virgen extra, mejor que mejor". Nota: huir de las salsas prefabricadas, tienen muchos azúcares y grasas.
- Sándwich de pollo o pavo. Pan integral (hidratos), pollo (proteína limpia) y podemos incluir queso de untar 0,0, tomate natural, pepinillos…"Si el sándwich es contundente, genial; si no, deberemos llevarnos algo para media tarde (barrita de cereales, yogur, pieza de fruta…)".
Otras ideas fáciles, nutritivas y sencillas de transportar:
- Ensalada de pollo a la plancha con aguacate y un melocotón de postre.
- Tortilla de dos claras y una yema con pavo y un plátano de postre.
- Arroz salteado con champiñones, pollo, atún, ternera o vegetales tipo wok.
- Patatas hervidas con aceite de oliva virgen extra y atún o ventresca.
- Cualquier pescado azul ("en este caso si lo llevamos de casa puede resultar bastante seco y no conviene abusar de salsas, si lo tomamos en un restaurante puede ser una opción genial y deliciosa").
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