Si tu cuarto de baño está anticuado y necesita un buen cambio, pero no es el momento de llevar a cabo una reforma integral, siempre puedes utilizar otro tipo de recursos.
Muchas veces no encontramos el tiempo, las ganas o el presupuesto necesarios para emprender obras grandes en el baño que trastoquen nuestra vida cotidiana. Para esas ocasiones, la pintura se convierte en un recurso de lo más transformador, gracias a sus múltiples formas de utilizarla. ¡Descúbrelas!
La pintura es un tesoro
Ya sabemos los grandes resultados que se pueden conseguir si elegimos con acierto el color de las paredes de toda la casa, lo que demuestra el poder transformador de la pintura. Pero no es la única manera de emplearla para renovar cualquier ambiente, como el cuarto de baño. Además de las paredes, se pueden pintar los muebles, el suelo, las molduras decorativas o las puertas y ventanas.
A la hora de escoger el tipo de pintura, conviene optar por esmaltes acrílicos. Hoy día existen pinturas al agua de gran resistencia y calidad, y tienen muchas ventajas: se aplican mejor, se limpian más fácilmente con agua, y no huelen.
Es importante utilizar pinturas con tratamiento antihumedad o antimoho, ya que al tratarse de una zona muy húmeda, serán más duraderas.
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