Trabaja por estancias y siguiendo un orden
Cuando comiences la limpieza de otoño debes seguir un plan previamente establecido. Lo más habitual es trabajar por habitaciones, terminando una antes de pasar a la siguiente. Así, en una mañana podrás terminar solamente la cocina, o un par de dormitorios. Ve trabajando de arriba hacia abajo, centrándote en los lugares que normalmente no repasas.
- Paredes, techos y rodapiés. Limpia estas superficies con el plumero o con un cepillo de barrer envuelto en un trapo de algodón limpio y seco, y ve retirando el polvo. Los rodapiés quedan muy bien si los repasas con un aspirador de mano.
- Puertas y ventanas. Dedícales un rato porque lo necesitan. Limpia también la parte superior de los armarios, los marcos de las puertas, etc.
- Limpia las lámparas, las bombillas (verás como dan más luz), los interruptores, etc.
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