El salpicadero de la cocina es uno de los “puntos calientes” que encontramos en este espacio. Se trata de la zona de la pared que está junto a la encimera, también conocida como antepecho o frontal.

Es un área difícil, ya que está muy expuesta a salpicaduras, manchas y, en la parte de la placa de cocción, a altas temperaturas. Por eso conviene revestirla con un panel que la proteja.

Pero, ¿qué material es el mejor? ¿Cuál resulta más práctico, resistente y fácil de limpiar?

La alternativa perfecta

No hay un único aspecto que determine cuál es el mejor material para el salpicadero de la cocina. Más bien se trata de un conjunto de factores ya que, además de razones prácticas, también entran en juego las preferencias personales.

En primer lugar es importante tener en cuenta la funcionalidad del panel que coloquemos en esta zona de la pared. Ha de protegerla soportando estoicamente las manchas y la humedad, así como el calor de los fuegos. Debe ser resistente y fácil de limpiar.

También es necesario que su coste se mantenga dentro de nuestro presupuesto, ya que hay materiales bastante caros y otros más económicos.

Por último, y en el caso de que se trate de una renovación (y no de la instalación de una cocina completa), hemos de valorar si puede colocarse fácilmente o si requiere montaje por parte de un profesional.

Azulejo: un revestimiento que sigue siendo tendencia

Los antepechos de azulejos no son nada nuevo y, sin embargo, no han perdido ni una pizca de actualidad. Más bien al contrario, continúan estando en la cresta de la ola, por su belleza, su funcionalidad y la gran diversidad que ofrecen a la hora de elegir. En la imagen, un salpicadero de azulejos esmaltados en verde oscuro de Equipe Cerámicas, que consiguen un efecto muy atractivo.

Además de limpiarse fácilmente, soportan bien el calor y la humedad. El único inconveniente que implica el azulejo es la instalación, algo más compleja que la de otros materiales, en especial si no tienes experiencia.

Cerámica de gran formato

Los revestimientos porcelánicos que existen actualmente reflejan el potente desarrollo que ha experimentado el sector de la cerámica. A pesar de ser un material con una larga tradición e historia, ha sabido adaptarse a las exigencias del siglo XXI y aprovechar al máximo los avances tecnológicos.

El resultado son revestimientos como el de la imagen, perfectos para paredes, suelos, encimeras y también salpicaderos de cocina. Se trata de Techlam, de Levantina, un porcelánico de gran formato y fino espesor altamente resistente que te ofrece, además, una gran variedad de diseños, colores y acabados.

La diversidad del cuarzo compacto

Es una de las alternativas más decorativas que existen por su gran variedad en acabados y colores. Elegir el salpicadero de cuarzo compacto es una idea genial, especialmente cuando la encimera es del mismo material. De esta manera se consigue un resultado estético perfecto.

Por otro lado, el cuarzo compacto resulta muy funcional como revestimiento de pared: resiste la humedad y el calor (en encimeras necesita protección a la hora de colocar ollas calientes, por ejemplo).

En cuanto a la limpieza, bastará con que lo repases con agua y un jabón lavavajillas.

Conseguir un aire industrial

Si hay un material que evoca la calidad y competencia de las cocinas profesionales es, sin duda, el acero inoxidable. Elegirlo para el salpicadero es un acierto total.

Sea como sea la encimera, el acero inoxidable se adapta de maravilla aportando un toque industrial muy atractivo. Además, resulta muy práctico ya que es resistente y fácil de limpiar.

El único inconveniente que puede tener el acero es que se raya fácilmente, aunque esto no es demasiado relevante cuando se trata del frontal de la pared. Un truco para disimular arañazos en las superficies de acero inoxidable es frotarlas con un papel de cocina impregnado en aceite de oliva.

La autenticidad de la piedra natural

Es un material noble procedente de la naturaleza y eso se deja sentir en su apariencia y su textura. La piedra natural es perfecta para la parte frontal de la cocina, en especial cuando acompaña a la encimera.

En el caso de los salpicaderos de mármol, el principal inconveniente viene dado por el hecho de que se trata de una superficie porosa, por lo que se corre el riesgo de que absorba las manchas.

Para evitarlo conviene aplicar un tratamiento que lo impermeabilice, además de extremar la limpieza con agua y un jabón neutro. Debes ser especialmente cuidadosa con las salpicaduras de líquidos ácidos como el vinagre o el zumo de limón, que hay que retirar cuanto antes.

Vinilo: decorar por arte de magia

¿Necesitas una idea para actualizar el salpicadero de tu cocina de forma rápida y asequible? Los paneles vinílicos son justo lo que necesitas.

Un revestimiento decorativo y práctico, que puedes instalar tú misma en una tarde (existen paneles de vinilo autoadhesivos) y que cambiará por completo la apariencia de todo el espacio.

Por otro lado, los paneles vinílicos son capaces de soportar sin deteriorarse la humedad y salpicaduras de agua y las manchas, así como el calor.

Se limpian fácilmente pasando un trapo húmedo o con una solución de agua jabonosa.

Que no falte glamour

Si eres de las que se apasionan por el dorado, nada mejor que decorar tu cocina con un panel en este acabado para proteger el salpicadero. Es perfecto si el grifo del fregadero es también dorado, un color que es tendencia en griferías.

Además del aspecto decorativo, es importante que te fijes en las características del material. El panel de la imagen, laminado y de aluminio, es una propuesta de Ikea. Resiste bien el calor y se limpia muy fácilmente. Para instalarlo no tienes más que pegarlo a la pared con silicona o un adhesivo específico.

El brillo del cristal

Decidirte por un revestimiento de vidrio templado para el antepecho o salpicadero de la cocina es una idea acertada, debido a las muchas ventajas que ofrece este material.

Para empezar, es muy resistente a la humedad, las manchas, el vapor y las altas temperaturas. Se limpia fácilmente, aunque para conseguir que brille tendrás que repasarlo, una vez limpio, con un producto específico.

A cambio, la superficie lisa y deslumbrante del vidrio resulta elegante y muy decorativa, perfecta para cocinas de cualquier estilo, especialmente para las más contemporáneas.