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45min
Fácil
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¡HOLA! COCINA
Podríamos pasarnos cada día probando una tarta de queso distinta. Obviamente no es lo más recomendable para la salud, pero darse estos caprichos de cuando en cuando hace que la vida sea un poquito mejor... Además, si disfrutamos de estas 'tentaciones golosas' de forma esporádica, como algo realmente ocasional, podemos apreciarlas más si cabe. En este caso, nuestra tarta llevará mascarpone como ingrediente principal y la cobertura tendrá sabor a mango. La base la haremos con la clásica mezcla de galletas y mantequilla.
La base
- 250 g de Galletas de mantequilla
- 150 g de Mantequilla
- 50 g de Cacao en polvo sin azúcar
El relleno
- 7 Hojas de gelatina
- 400 ml de Nata de repostería
- 550 g de Queso mascarpone
- 100 ml de Leche entera
- 250 g de Azúcar
Cobertura de mango
- 4 Hojas de gelatina
- 500 ml de Zumo de mango
Decorar
- Flores comestibles (pensamientos)
- 1 cucharada de Coco rallado
LA BASE
-
1.
En un robot eléctrico, picar las galletas hasta conseguir un polvo grueso. Mezclarlo con la mantequilla a temperatura ambiente y con el cacao y disponer sobre la base de un molde rectangular desmoldable de unos 25 x 12 cm presionando ligeramente. Reservar en la nevera.
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1.
Poner las hojas a hidratar en agua fría.
-
2.
Montar la nata y añadir el mascarpone con suavidad para que no baje mucho.
-
3.
En un cazo a fuego medio, calentar la leche y el azúcar; incorporar la gelatina y remover bien hasta que se disuelva. Sumar a la mezcla anterior y verter en el molde encima de la base de galleta. Refrigerar durante 6 horas.
-
1.
Hidratar las hojas de gelatina en agua fría. Echar el zumo de mango en un cazo a fuego medio, agregar la gelatina y remover hasta que se disuelva por completo. Verter encima del relleno de la tarta y refrigerar otras 6 h.
-
1.
Cortar en seis trozos, decorar con un poco de coco rallado por encima y unos pensamientos y servir fría.
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