Las habrás visto con el nombre de 'crinkles', que hacen alusión a las grietas que presentan y que se hacen al hornearse. Estas galletas se rebozan en azúcar en polvo y, al aumentar de tamaño en el horno, consiguen que el azúcar se rompa, produciendo esas arrugas o grietas. La textura que tienen es esponjosa y abizcochada, blanditas por dentro y crujientes por fuera. En este caso, las vamos a hacer con almendras.
Ingredientes
- 150 gramos de harina
- 100 gramos de almendra molida
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 150 gramos de azúcar blanca
- 2 unidades de huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 cucharadas de leche
- 100 gramos de mantequilla
- 1 pizca de sal
- azúcar glas
Preparación
- Mezcla y tamiza en un bol la harina, las almendras molidas, la levadura en polvo y la sal.
- En otro cuenco bate bien la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y agrega la vainilla y la leche.
- Une el contenido de los dos boles, mezcla, tapa con papel film y deja reposar durante toda la noche en el frigorífico.
- Enciende el horno a 175 °C (calor arriba y abajo) y cubre una bandeja con papel de hornear.
- Con la masa haz bolitas y rebózalas con abundante azúcar glas para depositarlas en la bandeja dejando espacio entre unas y otras.
- Aplasta ligeramente y hornea 12-14 minutos.
- Saca del horno y deja enfriar las galletas para hincarles el diente.
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