Las torrijas, a base de pan empapado en algún líquido, pasadas por huevo y fritas, son el dulce por antonomasia de la Semana Santa. Las más famosas son las de leche o las de vino: tinto, blanco o dulce. Optamos por un moscatel para esta receta y también les ponemos miel.
- 1 barra de Pan de torrijas
- 600 ml de Vino moscatel
- 350 ml de Agua
- 4 ud de Huevo
- 2 cs de Azúcar blanca
- 250 g de Miel
- Aceite de oliva
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1.
Echa en un cazo 300 ml de agua, el vino moscatel y el azúcar, ponlo al fuego y espera a que se caliente.
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2.
Deja enfriar y aprovecha para cortar el pan de torrijas en rebanadas e introdúcelo en la mezcla anterior para que se empapen bien.
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3.
En otro cazo echa el resto de agua y la miel y deja que se caliente. Con el resultado bañaremos las torrijas una vez fritas.
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4.
Bate bien los huevos en un cuenco y calienta aceite abundante en una sartén.
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5.
Fríe las torrijas con cuidado en el aceite hasta que se doren y sácalas sobre papel de cocina.
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6.
Sirve las torrijas de vino con el almíbar de miel por encima.
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