Este bollo con forma redonda, en cuyo centro se pone un huevo, es súper típico de la Semana Santa, sobre todo de algunas zonas españolas. La masa se puede -o no- aromatizar con agua de azahar, ralladura de naranja y/o limón y aunque su elaboración no es excesivamente compleja, hay que tener paciencia porque necesita tiempo de reposo para que fermente.
- 500 g de Harina
- 1 sobre de Levadura de panadería seca (10 gramos)
- 100 g de Mantequilla fundida
- 0.25 litro de Leche templada + 1 cucharada
- 8 g de Azúcar blanca
- 1 unidad de Huevo + 1 yema
- 1 pizca de Sal
Para la decoración
- Huevos cocidos
- Fideos de colores
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1.
Incorpora la harina dentro de un cuenco grande y mezcla bien con la levadura seca.
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2.
Agrega a mantequilla derretida, la leche, el azúcar, el huevo y una pizca de sal.
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3.
Mezclamos bien y sacamos la masa del cuenco para amasarla; la volvemos a poner en el bol, la tapamos con un paño y la dejamos en un sitio cálido para que doble su volumen.
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4.
Dividimos la masa en varias porciones que volvemos a amasar y hacemos una especie de bollos que depositamos en una bandeja de horno con papel. Ponemos los huevos cocidos en el centro de cada una y volvemos a esperar hasta que doblen su volumen.
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5.
Precalentamos el horno a 200ºC.
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6.
Mezclamos 1 yema de huevo con 1 cucharada de leche y con el resultado pintamos la superficie de cada mona.
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7.
Las horneamos a 180ºC entre 25 y 30 minutos o hasta que veamos que se doran.
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8.
Sacamos las monas del horno, dejamos que pierdan un poco de calor y decoramos con unos fideos de colores.
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