A todo el mundo le gusta la lasaña, el clásico plato italiano que nunca falla, confortable, rico y agradecido. En esta ocasión vamos a hacer una lasaña vegetal con un ingrediente predominante; la calabaza moscada, que destaca por su sabor intenso y suave, algo dulce, afrutado. La combinación de la pasta, la calabaza y el queso, hace de ésta, una receta deliciosa para compartir y celebrar.
Ingredientes
- 1 calabaza moscada de 1 kg aproximadamente
- 16 láminas de lasaña (rectangulares)
- 1 unidad de cebolla grande
- 1 taza de queso manchego rallado
- aceite de oliva virgen extra
- orégano fresco
- pimienta negra
- sal
Para la bechamel
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharada de harina de trigo o maíz
- 200 mililitros de leche fresca entera
- 1 pizca de sal
Preparación
- Cortar la calabaza por la mitad, eliminar las semillas, añadir sal y pimienta, cubrir con papel aluminio y meter en el horno a 200 grados durante una hora.
- Cortar la cebolla en juliana.
- Añadir 3 cucharadas de AOVE en una sartén y sofreír la cebolla fuego medio hasta que comience a dorar.
- Cocer las placas de lasaña durante 12 minutos en abundante agua con una cucharada de sal.
- Extraer la carne de la calabaza en un recipiente, añadir el sofrito de cebolla y mezclar.
- Derretir la mantequilla a fuego medio.
- Añadir la harina y mezclar con la mantequilla a fuego lento durante unos minutos.
- Añadir la leche, un poco de sal, y no parar de remover hasta obtener una consistencia cremosa. Reservar.
- Sacar con cuidado las placas de pasta y extender sobre una superficie lisa. Secar con un trapo el exceso de agua.
- En una fuente de horno, añadir un cazo de bechamel y extender una base de placas de lasaña.
- Añadir una capa del puré de calabaza, repetir con otra capa de pasta y otra de puré, sucesivamente.
- Cubrir con la bechamel y añadir media taza de queso rallado repartida por encima de la lasaña.
- Hornear con el grill conectado durante 15 o 20 minutos a 200 grados.
Presentación
Servir en la mesa en la misma fuente donde se ha horneado, añadir la otra mitad de la taza de queso rallado, y ramas de orégano fresco por encima.
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