El erizo es un ingrediente que alcanza su máximo esplendor tomado en crudo. Esta es la versión de este ingrediente con profundo sabor a mar que nos propone Luis Arévalo, chef peruano especializado en cocina japonesa, que hoy oficia en los fogones del restaurante Gaman, ubicado en Madrid. Un bocado delicado y delicioso con la textura crujiente de las verduras y el toque cremoso del erizo.
 
     Ingredientes
- 2 unidades de nabo daikon
 - 6 unidades de espárragos verdes trigueros
 - 2 unidades de manzana Granny Smith
 - 100 mililitros de salsa de soja
 - 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra
 - 10 mililitros de aceite de sésamo
 - 20 mililitros de zumo de lima
 - 1 cucharadas de pasta de ají amarillo
 - 1 cucharadas de ají rocoto
 - jengibre fresco rallado
 - puré de ajo
 - shishimi togarasi
 - brotes de cilantro
 - pétalos de flores frescas
 
Preparación
- Con un pelador de patata cortamos en láminas de 10-12 cm, el nabo daikon (nabo coreano,previamente pelado), el espárrago verde crudo y la manzana verde sin piel.
 - Ponemos las láminas en un cubo de agua con hielos para que mantengan una textura firme, tersa y cruijente.
 - Mezclamos los ingredientes de la vinagreta: la salsa de soja, el aceite de oliva, el aceite de sésamo, el zumo de lima, la pasta de ají amarillo, el ají rocoto, el jengibre fresco rallado y el puré de ajo.
 - Dejamos reposar en frío durante 1 hora.
 - Colamos el aderezo y lo metemos en un biberón de salsas.
 - Para montar el plato, las láminas se sacan del cubo de agua, se escurren y se sirven en un plato cóncavo.
 - Encima de las láminas colocamos las huevas de erizo y terminamos añadiendo la vinagreta bien fría.
 - Espolvoreamos un poco de shishimi togarashi por encima y decoramos el plato con brotes de cilantro y unos pétalos de flores.
 
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