Pon flores (de calabacín) en tu mesa con estas recetas

De origen misterioso y con alma callejera, esta delicada verdura está de temporada y es perfecta para una comida ligera o, por qué no, una romántica cena

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Poner flores en la mesa es siempre sinónimo de elegancia y distinción. Si además, se comen, mucho mejor. Las flores de calabacín pueden ayudarnos en ambos cometidos y, además, están buenísimas. Son una verdura que nos recuerda a las flores blancas, con un sabor fino y suave, pero una textura crujiente. Es decir, es un alimento de contrastes. Ligeramente dulce, pero con cierto toque amargo y un gusto final que nos recuerda a las almendras tiernas. Fáciles de cocinar, pero delicadas en el trato. Quedan preciosas en un plato, pero su origen es misterioso y se sitúa, como aseguran la mayoría de las teorías, en la comida callejera italiana. Porque es en países como Italia (donde reciben el famoso nombre de zuccini), México o Japón donde más se usan. Ahora también será en tu cocina.

Las flores de calabacín son plantas masculinas y femeninas (se pueden consumir ambas, tan solo difieren en su forma y en su predisposición a ser cocinadas de una manera u otra), que se empiezan a recolectar al principio del verano y cuya temporada dura hasta el final de septiembre. Un auténtico manjar que, si se sabe cocinar, nos trae un sabor mucho más fino y dulce del que tienen los propios calabacines. Por eso, vamos a enseñarte cómo hacerlo.

Consejos para cocinar las flores de calabacín

  • Cuando acudas a comprarlas, fíjate en que tengan un color brillante y una consistencia firme para mantener la forma cuando las cocines. Descarta todas aquellas que tengan tonos oscuros en la parte superior de sus pétalos.
  • Lo mejor es que las consumas lo más pronto posible después de ser recolectadas, pero, si no, guárdalas en un recipiente hermético en el frigorífico. Te aguantarán frescas un par de días.
  • Debes lavarlas siempre antes de cocinarlas, pero en un recipiente con muy poca agua y de manera suave. Sécalas también con cuidado.
  • Antes de cocinarlas, ábrelas suavemente y corta el pistilo con unas tijeras, para que no amargue tu receta.

Recetas con flores de calabacín

Las flores de calabacín tienen un fuerte aroma a almendras tiernas y un sabor más delicado que el calabacín, por lo que su combinación con mariscos es perfecta. Al igual que rociarlas con un poco de aceite de oliva virgen extra o acompañarlas de quesos frescos, como una suave ricotta. Partiendo de esta base, vamos a enseñarte tres recetas para cocinarlas.

Paso a paso: tempura de flores de calabacín

En la cocina japonesa es muy típico sumergir la flor de calabacín en una tempura para freirla y servirla como acompañamiento o aperitivo. En México también suele rebozarse, pero para acompañar guisos de legumbres o rellenos de carne y verduras. Sea de una u otra forma, son crujientes y dulces; perfectas para servir como un delicado entrante.

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Paso a paso: flores de calabacín rellenas de queso

En la cocina italiana, sin embargo, es muy típico que se rellenen con mezclas de queso, como en este caso. En realidad, como toda la gastronomía italiana, todo depende de la región de la península en la que te encuentres, pero siempre se sirven como apetitoso primer plato.

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Paso a paso: sopa de flores de calabacín

Por último, las flores de calabacín pueden ayudarnos a crear una sopa deliciosa, con un acabado sorpresa, presentando su blando relleno y su superficie crujiente como topping de un primer plato perfecto para una comida o cena ligera y saludable.

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