Hay un ritual que deberías aprender del maquillador de Kaia Gerber

Ya son muchas las supermodelos que aseguran que esta técnica (que puedes hacerte en casa) hace maravillas en la piel

Por hola.com

Lo que antes se consideraba una práctica reservada a los tratamientos profesionales de belleza, ahora se transforma en el ritual casero que obsesiona a muchas supermodelos. Kendall Jenner es una de las que asegura que desde que probó un masajeador facial de jade durante una sesión de fotos, nota su piel más bonita; o Karlie Kloss y Miranda Kerr, quienes también recomiendan estimular el rostro con las manos a diario. Es habitual que sean ellas las primeras en conocer las nuevas tendencias beauty porque trabajan con los expertos con más talento de la industria, como Tom Pecheux, el makeup artist que ha maquillado muchas veces a Kaia Gerber y que también confía en las bondades de este tipo de rutinas.

Aunque el maquillaje puede crear la ilusión de un cutis más bonito y luminoso, Pecheux explica a CR Fashion Book que los masajes faciales son los que consiguen que parezca que la luz sale desde dentro. Este tipo de rituales prometen, además de mejorar el tono de la piel, suavizar progresivamente la apariencia de arrugas y líneas de expresión. Eso sí, como apunta el experto, la constancia es clave para beneficiarse de estos efectos por lo que se debe enfocar esta práctica como un ritual diario. Además de sus propiedades alisadoras y antiedad, los masajes faciales también se utilizan para reducir la hinchazón del rostro, muy útil para esos días en los que no se pueden evitar las cenas pesadas o con exceso de sal que provocan la temida sushi face. Otro de los grandes beneficios que se le atribuyen son la mejoría del aspecto de bolsas y ojeras, una gran ayuda para todas aquellas que no logran descansar todas las horas necesarias cada noche.

En cuanto a la frecuencia con la que se debe realizar el masaje, lo ideal sería hacerlo tanto por la mañana como por la noche tras aplicar un sérum o crema hidratante con la que facilitar el movimiento y tratar la piel. Por supuesto, limpiarse perfectamente las manos antes de tocar con ellas el rostro es fundamental, pues no hacerlo es muchas veces la causa de que aparezcan imperfecciones como granitos, puntos negros o irritaciones en el cutis.