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Aprovechar las vacaciones para hacer deporte, ¿por qué no? Las mujeres que más se cuidan no pierden las buenas costumbres ni en sus días libres y que encuentran la manera de entrenar estén donde estén: Blanca Suárez se lleva unas bandas elásticas que le ayudan a aumentar la efectividad de sus ejercicios funcionales y lo mejor es que no pesan y caben en cualquier sitio; Melissa Jiménez disfruta de actividades acuáticas como el paddle surf con las que se mantiene en forma casi sin darse cuenta; y Chenoa continúa con la disciplina que le llevó a transformar su físico el año pasado (aunque admita que ahora le cuesta más que nunca). Ahora, para todas aquellas que quieran seguir su ejemplo o se hayan propuesto activarses este verano, es de gran utilidad saber cuál es la mejor hora para ejercitar el cuerpo cuando hace calor.
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Por qué es mejor hacer deporte por la mañana
La respuesta es por el sol, por supuesto. Y es que, por mucho que hacer ejercicio sea un hábito innegablemente saludable, en verano podría suponer un riesgo si no se practica por la mañana: "Las primeras horas del día, cuando las temperaturas son todavía moderadas, son el momento adecuado para activar el cuerpo en verano al aire libre y evitar posibles golpes de calor", apunta Javier García, entrenador personal de bluaU de Sanitas, quien fija el objetivo de caminar unos seis mil pasos a diario. A todas aquellas que como alternativa prefieran esperar a la noche para realizar sus rutinas de fitness, los expertos de la plataforma de bienestar Gympass advierten de las consecuencias: "No se aconseja practicar ejercicio a última hora del día, ya que el deporte también eleva los niveles de cortisonas y adrenalina, que son sustancias contrarias a la hormona del sueño, y puede dificultar la conciliación del sueño. Se aconseja no hacer deporte después de las 19:00 y 20:00 horas".
En cuanto a las actividades que sí se pueden realizar antes de acostarse, o a cualquier hora del día, se encuentran las "prácticas como el yoga, la meditación o breves pausas a lo largo de la jornada laboral para hacer estiramientos o respiraciones profundas", enumera la psicóloga de bluaU de Sanitas, Andrea Trujillo. Además, la especialista asegura que este tipo de disciplinas "contribuyen a evitar y aliviar dolores musculares, a relajar el cuerpo y a despejar la mente".
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El desayuno ideal para mantenerse en forma
Aunque los expertos sigan sin ponerse de acuerdo sobre si es mejor entrenar en ayunas o, por el contrario, inefectivo y peligroso, desde bluaU de Sanitas sí que revelan cuáles son la clase de alimentos que mejor sientan por la mañana: "Se recomienda optar por alimentos ligeros y frescos pero nutritivos como las frutas, cereales integrales y lácteos que favorecen una buena digestión y garantizan la dosis de energía necesaria para afrontar el día", señala la nutricionista Cristina Morillo. Además de los sólidos, beber agua en ayunas es un hábito muy saludable que resetea el organismo tras la noche y activa el metabolismo. En cuanto a la temperatura perfecta, los expertos aconsejan que sea tibia para regular el tránsito intestinal.
La especialista también conseja que se siga una dieta rica en hierro durante el verano para combatir la sensación de cansancio y fatiga típica de los meses de calor y, de paso, rendir mejor durante el entrenamiento. Entre las materias primas más ricas en este mineral energético se encuentran los frutos secos como las nueces, los anacardos o los pistachos, las verduras de hoja verde, las legumbres o los berberechos, las almejas y otros mariscos de concha: "Para garantizar su correcta absorción se recomienda combinarlos en la misma comida con alimentos ricos en vitamina C, como son las frutas cítricas, especialmente, la naranja o las fresas", añade Morillo.
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